Slow Fashion: ¿qué excusa tenemos?
Estamos muy mal acostumbrados a comprar moda a precios muy bajos y a tener prendas que apenas nos duran una temporada, contribuyendo a la segunda industria más contaminante del mundo. Encima, acabamos gastando mucho más dinero en fast fashion que si compráramos marcas sostenibles y éticas, por lo que el "no me lo puedo permitir" no tiene ningún valor.
¡Tenemos que darnos cuenta de lo que realmente cuesta hacer una prenda! El slow-fashion es más caro porque los productos representan el coste real de una fabricación sostenible y ética. Sin embargo, nuestra hambre voraz de consumo hace que prefiramos comprar cinco prendas en un centro comercial por menos de 100 euros. Solo pido concienciación: cuando compremos, ¿podemos pensar en algo que no seamos nosotros mismos y nuestra imagen? No hay excusas que valgan.
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