España, llamada a marcar historia
Nuestra selección estaba llamada a marcar un ciclo difícil de igualar:
En el futbol, poder juntar un plantel de jugadores que se compenetren, que los once conformen un todo, que el conjunto sea un bloque acoplado, que la individualidad sea calidad, entrega y compromiso con el resto esto solo se logra muy poquitas veces, tenemos en mente plantillas que se cuentan con los dedos de una mano, que dejaron recuerdo imborrable, sobre todo referidas a selecciones nacionales pues desde hace dos años, España conformaba ese tipo de equipos que dejan huella histórica cada muchos años.
Esperábamos que Del Bosque no desmontara ese plantel de tanta calidad futbolística, pues lo está logrando. Del Bosque es bonachón y pánfilo, pero todo campechano tiene su punto de egoísmo personal, se piensa que puede conseguir algo con sello propio, en vez de tener que escuchar que gano el mundial haciendo y copiando todo cuanto recibió del Sabio de Hortaleza. Esta selección que estaba marcada a cumplir un ciclo difícil de igualar, está a punto de terminar; por dejarla en manos de una buena persona, pero que descoloca un bloque perfecto y acoplado como estaba. Le da por apostar por un jugador tan pasmado como él mismo: Busquest, que paraliza el juego, resta sitio a los centrales que debieran ocupar esa parcela, y anula el cerebro por el cual nuestra selección funcionaba a las mil maravillas: Xabi.
No se puede entender que en tres partidos del Mundial, siga con probaturas tácticas, sigue con los dos pivotes defensivos, en particular con Busquest, que es sobrevalorado en cada partido por los periodistas sin evaluar y estimar que la zona por la que sestea, es la más cómoda y fácil de jugar, donde recibe a los contrarios después de la presión de nuestros medios o defensas, limitándose a recoger rechaces y rebotes de la presión de sus compañeros El mantener a ese jugador lento, torpe y de pase cortito atrás, desencaja y desarticula el engranaje completo.
Qué decir de sus constantes simulaciones, fingiendo revolcándose por el césped tal si fuera bobo abatido engañando al árbitro al representar escenas figuradas de lesión o agresión, por las que sancionaran o expulsaran al contrario, por lances completamente normales de juego, si tuviera enfrente cualquier otro jugador mas deportivo. En Alemania e Italia le calaron enseguida, aquí seguimos permitiéndole en cada jugada que le disputan los contrarios el balón, seguir intentando engañar al árbitro con sus escenas falseadas. Me temo que Del Bosque no se bajará del burro.
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