Emprendedor en Langreo
Dada la cesantía galopante que se presenta en nuestra sociedad, una de las salidas para muchos jóvenes como yo es instalarse con un pequeño negocio. La decisión pasa por distintas etapas y consideraciones. La inversión y la viabilidad ocupan la parte más importante de la decisión, sin menoscabo de la zona para instalarse, pues las ayudas o beneficios de las administraciones pueden jugar un valor desencadenante por la zona. Después de salvar muchas incertidumbres y aceptar desolada que las publicitadas ayudas son inexistentes, opté por asumir el riesgo que representa iniciar un negocio.
Transcurridos tan sólo tres meses desde la iniciación de actividades he podido comprobar la total falta de sensibilidad de la municipalidad de Langreo y el acoso al que se ve sometido el empresario individual.
La primera sorpresa fue en la solicitud de apertura de establecimiento, pues tuve que abonar por adelantado una cantidad en torno a los 1.500 euros en concepto de tasas, que me pareció abusiva y desproporcionada para una pequeña oficina.
La segunda sorpresa la recibí transcurrido tan sólo un mes de iniciar mi actividad, a través de una sanción por reparto de folletos publicitarios en la vía pública (parece que está prohibido repartir folletos publicitarios), claro que de este extremo te enteras después de leer la directiva de la Corporación municipal de Langreo. Como me parecía un despropósito, realicé un recurso de reposición, en la esperanza de que este grave comportamiento me fuera indultado. Pero, por supuesto, el recurso fue desestimado, eso sí, puedo agotar la vía administrativa acudiendo a un contencioso-administrativo, con lo que esto representa en gastos, pues es preceptivo tener abogado y procurador. Así que en la indignación no me queda más remedio que abonar la sanción de 100 euros en los plazos señalados, evitando así los recargos.
Quiero mencionar la patética lejanía hacia el ciudadano, una experiencia para nada animosa, sin ayudas, pero, eso sí, con muchos sinsabores recibidos desde mi casa: el Ayuntamiento de Langreo.
Pilar Iglesias Cases
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