Donald Trump monta su soch
EE UU, el país más poderoso del mundo en cuestión de votaciones, control del recuento y recuento, un país bananero. Es incomprensible que a estas alturas todavía estén contando las papeletas. Pero, eso sí, Trump sí dio el discurso a su manera, en la majestuosidad del Salón Este de la Casa Blanca. “Sinceramente, sí hemos ganado esta elección”, dijo, y la sala estalló en un frenesí de aclamaciones.
El espectáculo del miércoles dice mucho sobre el hombre y la nación estadounidense, en este complicado momento donde el país atraviesa uno de los peores momentos vividos en sus años de historia: un presidente en funciones declarando la victoria sin haber ganado y afirmando que se está cometiendo un fraude contra el pueblo estadounidense en medio de las elecciones presidenciales. El espectáculo de las elecciones en USA es tan lamentable como el estado de su sistema sanitario. Las votaciones son un galimatías heterogéneo, totalmente carente de uniformidad y de garantía muy relativa (basta escuchar a Trump). Como para que vayan dando lecciones en todo el mundo sobre pureza democrática, sistemas electorales y elecciones limpias. Con su organización, sus comportamientos y sus resultados, resulta evidente que tienen mucho trabajo pendiente en su propio país. United States of Bananeras.
Ya pasó en el 2000 con el robo de la Presidencia a Al Gore, cuando el Tribunal Supremo decidió, basándose en una mínima diferencia de votos, que el candidato republicano había vencido en los comicios y después vino la guerra de Irak. Ahora otra vez los republicanos quieren hacer fraude, porque seguro tienen planificada otra guerra en base a mentiras. Está fuera de sí este individuo que siempre me pareció un dislate histórico del imperio. Creo que deberían inhabilitarle en vista de sus intervenciones histéricas por perder las elecciones. Tener a un loco dos meses más como presidente me parece enormemente peligroso. Las arengas de Trump a sus seguidores devotos: “¿Lucharás por tu presidente? ¿Matarás por tu presidente? ¿Morirás por tu presidente?”. Joer, qué mal perder tiene el pavo.
Aunque sea un tema periódicamente recurrente, no sobra recordar que Hitler subió al poder con el mismo respeto a las reglas democráticas que Trump. Creo que estamos viendo el inicio de la deslegitimación sistemática del sistema democrático. Pero tanto en USA como aquí, en España, hemos visto cómo se ha deslegitimado a un Gobierno que ha tenido el apoyo de las urnas hasta en cinco elecciones (generales, autonómicas, municipales, europeas y otra vez generales), y muy pocos fuera del Gobierno se han escandalizado.
En Estados Unidos, dice el “estadista Casado”, no hay ningún partido equivalente al PSOE. Sin embargo, en España sí que hay un partido muy parecido al PP, el Republicano de Trump, ambos mienten más que hablan, ambos tratan de ganar en los tribunales lo que no logran en las urnas, ambos priorizan la economía frente a la salud, ambos gobiernan para los más ricos, ambos se declaran como patriotas, ambos siembran el odio hacia las minorías, ambos creen que Dios está con ellos y ambos tratan de descalificar a sus adversarios con términos similares (socialcomunistas, bolivarianos, izquierda radical), quieren acabar con este país, Gobierno ilegitimo. Cuánta similitud con la situación en España, ¿alguna diferencia con el discurso patrio? Y otros calificativos similares. Y ambos no aceptan los resultados de las urnas. Al día siguiente de las elecciones del 10N, ganadas por el PSOE, el secretario general del PP, el señor Egea, en diversas declaraciones decía que Pedro Sánchez debía irse, y sin un ápice de vergüenza lo siguen repitiendo, y después el PP ha dicho que este Gobierno es ilegítimo. ¿Quieren más similitudes con el Emperador Trump?
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