Queridos jóvenes irresponsables
Queridos jóvenes irresponsables: han confinado a mi madre, está incomunicada en su habitación de una residencia, con la muerte golpeando con los nudillos a su puerta, gracias a vosotros. Y, aunque no llegue a sufrir los efectos físicos del covid (velan por su salud personas entregadas y valientes), el miedo, la tristeza, los nervios, la incertidumbre, los días interminables no se los va a poder quitar nunca de la cabeza. Espero que sea capaz de resistir este encierro, que no merece, por un delito no cometido.
Si algún delito tienen nuestros mayores es haberos dado la vida a través de vuestros padres, jóvenes imprudentes que le estáis arrebatando la suya a quienes dejaron sus obras para vuestro disfrute. Muchas de las comodidades que os rodean las han forjado ellos con su esfuerzo.
Si algún día se os cae la venda de los ojos, no vais a tener lágrimas bastantes para llorar el daño que estáis haciendo cuando no cumplís las medidas que todos tenemos que respetar. Esta pandemia sí va con vosotros. Menos mal que solo sois una parte, una pequeña parte, de los jóvenes de nuestra sociedad. Espero que esta carta os haga reflexionar. Por cierto..., ¿qué opináis de la ley del karma?
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