Un joven de 18 años agrede a una persona mayor
¿Les suena algo parecido? Lo hizo por llamarle la atención por no llevar mascarilla. En el debate de Susanna Griso, llevaron el tema a una asombrosa línea roja que no debieran traspasar, que es reírse de algo tan grave. Es cierto que algunos ponían toda la seriedad que conlleva el tema. Ahora a ese energúmeno le meten año y medio de cárcel (que no cumplirá) y una multa que pagarán sus papás, ¡no! El castigo debe ser ejemplar y a vista de todos para que otros respeten la edad. La sociedad no puede ser tan puritana y cargada de moralina y luego ser retorcida en todas sus entrañas.
Una tertuliana culpaba a los padres, otros se preguntaban qué está pasando con la juventud, cuántas veces lo dijimos, esa ley de protección del menor de ZP hizo mucho daño, quitó toda la autoridad a padres, profesores y resto de la sociedad cuando toca educar a potrillos salvajes.
Decían los y las defensoras (jóvenes, por eso los políticos de mayor rango deben tener al menos de 55 años para arriba, por experiencia, templanza y saber), decían esas defensoras de la ley del menor que un cachete y un castigo traumatizaban a los jóvenes para siempre, ¡ya vemos! Por no recibir un cachete a tiempo, ahora ellos les pegan puñetazos a los mayores, padres y profesores incluidos. Al igual que haría un potrillo sin domar si de mayor lo pretendes reprender.
Leyes sin sentido sacaron a montones; eso sí, una ley de protección de los ancianos todavía no la vimos y eso que son el colectivo más vulnerable: podrida sociedad.
Necesitamos una ley de educación consensuada, donde los valores y la disciplina tengan el peso requerido.
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