Una lucha por la supervivencia
Hay una realidad mucho más dura que la crisis sanitaria que estamos viviendo. ¿Más aún?, se preguntarán; pues sí, se llama desahucio. Es curioso cómo según la web del Gobierno de España, cito textualmente: “No se puede desahuciar a quienes hayan visto reducida su jornada por cuidado de niños o personas mayores y a quienes se vean afectados por otras circunstancias que supongan una pérdida sustancial de ingresos”. En cambio, el otro día se llevó a cabo un caso extremo y casi nadie se percató de ello. En Fuenlabrada se realizó el desahucio de una madre de 81 años, su hija sin empleo y sus tres nietas menores de edad. Partimos de la base de que Teresa, la madre, tenía su piso pagado, pero lo puso de aval para que su hija pudiera montar un bar y así trabajar; ahora se han quedado sin nada. La familia al completo se quedó en la calle el pasado miércoles, el Ayuntamiento de Fuenlabrada les ofreció una solución muy breve y totalmente insuficiente, tres noches de hotel para la familia. Me parece vergonzoso e inhumano que sigan sucediendo estas cosas en momentos tan difíciles marcados por una pandemia y una crisis económica a nivel global. Y yo me pregunto, ¿qué deben estar haciendo ahora mismo una anciana, una madre y tres menores en la calle?
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