¿Información plural o pensamiento único?
El pasado día 30 de octubre se publicó en el BOE una orden ministerial denominada "Procedimiento de actuación contra la desinformación aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional" y firmada por Carmen Calvo Poyato, recordemos, ministra ya en la época de Felipe González. Esta orden ministerial parte de unas premisas falsas y que en España nunca han estado vigentes, como "El acceso a información veraz y diversa" o que "Por este motivo, la libertad de expresión y el derecho a la información se consagran como derechos fundamentales en nuestra Constitución". En la época en que esta ministra formaba parte del Gobierno con Felipe era de dominio público la manipulación en RTVE, así como de otros medios de comunicación, la gran mayoría de ellos bajo la órbita de Jesús de Polanco. No obstante, aún existía Antena 3 radio, que sí era veraz, diversa, crítica, llegando a ser la emisora número uno en oyentes. Claro está, eso no podía mantenerse mucho tiempo, así que por aquel Gobierno en el que estaba la ahora remozada ministra Carmen Calvo se propició la absorción por la SER de Antena 3 radio y TV.
Hoy en día, esa "información veraz y diversa" brilla por su ausencia, pues ni RTVE ni Atresmedia ni Madiaset, en ambos casos las ganancias se van para Italia, son medios de comunicación independientes del poder político ni están enfocados a ciudadanos con interés por la actualidad y en los que existan opiniones de todo tipo, sino que estas televisiones se dirigen a masas proporcionándoles una realidad falsa. En los medios de radio sí existe más pluralidad, sabiendo que cada emisora tiene su tendencia. En los pocos medios de prensa escrita podemos decir lo mismo que en el caso de las distintas emisoras de radio. En definitiva, que especialmente cuando Carmen Calvo era ministra con Felipe estos valores de pluralidad informativa, libertad de expresión… brillaban especialmente por su ausencia.
Pues bien, la orden ministerial antes mencionada, argumentando de forma falsa decisiones en el entorno de la Unión Europea y el covid-19, plantea la entrada en vigor de todo un "Procedimiento de actuación contra la desinformación" cuyo contenido es, de principio a fin, absolutamente tergiversado y con un fin absolutamente espurio pese a que en esta orden ministerial se dicen aseveraciones tales como: "Esta situación sugiere la necesidad de un reajuste de este marco de actuación y, a tal efecto, se desarrolla la actualización de este procedimiento, que ha servido de base para la creación de un sistema nacional para la prevención, detección, alerta, seguimiento y respuesta cuyas causas, medio y/o consecuencias están relacionadas con la desinformación", o: "Por último, se revisan las funciones de la comisión a fin de responder a la necesidad de elaborar una propuesta de estrategia nacional de lucha contra la desinformación". En el desarrollo de esta "estrategia" dice dicha orden: "Acorde con los órganos y organismos que conforman el Sistema de Seguridad Nacional, se establece una composición específica para la lucha contra la desinformación. La estructura está constituida por los siguientes componentes: 1. El Consejo de Seguridad Nacional. 2. El comité de situación. 3. La Secretaría de Estado de Comunicación. 4. La comisión permanente contra la desinformación. 5. Las autoridades públicas competentes. 6. El sector privado y la sociedad civil". Casi nada. Es sabido que todo aquello que comience por ciertos vocablos como consejo, comité, comisión permanente, autoridades públicas, el ciudadano debe echar mano a su bolsillo, pues ello conlleva indefectiblemente dinero que sale de todos para mantener ese conglomerado burocrático.
Expuesto el contenido de esta orden ministerial cuyo rango jurídico es mínimo, redactado por el poder ejecutivo y sin participación alguna del poder legislativo, y donde sigue en funciones únicamente el poder ejecutivo, necesariamente han de extraerse determinadas conclusiones: 1.º) Que pretendidamente, a partir de entrar en funcionamiento esta orden, existiría "oficialmente" información y desinformación, verdad y mentira oficiales, creándose una suerte de "Ministerio de la Verdad" cuyo precursor es el muy interesante y escalofriante libro "1984", de George Orwell. 2.º) Que partiendo de lo anterior se implantaría un pensamiento único que sería el impuesto por el Ejecutivo, es decir, una auténtica dictadura además plasmada negro sobre blanco.
Desde mi punto de vista, jamás en España ningún Gobierno se ha atrevido a tanto y ahora parece ser que con internet y personas o grupos que defienden la libertad, precisan de este nuevo "Ministerio de la Verdad" para intentar en vano hacerles callar. Y es que pregunto: ¿Quién va a creer seriamente a un presidente que de un día para otro cambia absolutamente de criterio? ¿Quién va a creer a un señor como Simón que en su día dijo que la pandemia en España afectaría a una o dos personas? O que Calviño vaticinara que la repercusión económica de la pandemia sería inapreciable. ¿Quién miente o manipula en España? Sinceramente, creo que esta orden nunca llegará a ser aplicada, pero no deja de vislumbrar unas finalidades de carácter absolutamente totalitarias.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

