No tenemos vacuna para los rebaños de los Picos
Hace unas semanas se reunió telemáticamente el Patronato de los Picos, y hemos visto claramente que sigue engañando a los verdaderos moradores del territorio: los pastores, los ganaderos y sus pobladores.
Me ha convencido Pepín, el alcalde de Cangas de Onís, que con su ecuanimidad a la hora de votar ha demostrado defender a ultranza este territorio. No como el alcalde de Onís: decía no estar de acuerdo con la posible aprobación, e incluso amenazaba con ir a tribunales, y, ahora, resulta que se abstiene (probablemente, su partido le ha sugerido que “Diego” suena mejor que “digo”). Otro extraño caso de doble personalidad es el del representante de los pastores, que esperemos rinda cuentas ante sus representados: por un lado, convoca manifestaciones, y, por el otro, cuando se le presenta esta ocasión decisiva para el porvenir de los Picos, no la aprovecha.
Sería bueno que, por lo menos, los alcaldes de Cabrales y Peñamellera Baja salieran a dar explicaciones a sus vecinos. También se han declarado “desaparecidos en combate” los de Peñamellera Alta y Amieva (seguramente aconsejados por un partido que ya ni con un GPS encontraría estas tierras). Los alcaldes están para defender el modus vivendi de sus habitantes, y no para plegarse a la voluntad de los que nada tienen que ver con estos lares.
Sin embargo, hay una cosa que sí que capta bien la atención de los alcaldes: el reparto de los fondos. Fondos que se destinarán a medidas de vital importancia: un museo de la araña peluda o del murciélago narigudo que, lógicamente, necesitará seis o siete empleados que acabarán siendo mantenidos por el Ayuntamiento (es decir, por los contribuyentes del municipio). Seguro que los pastores se conformarán. Porque, además, cualquier propuesta de una mejor infraestructura para su día a día se les rechaza bajo un absurdo “eso dañaría el medio”. ¿Qué dañaría más a nuestro ecosistema: la pista o el museo del murciélago narigudo; la necesidad de nuestros trabajadores o este despilfarro cobarde y ajeno? Mientras tanto, estos alcaldes siguen mendigando migajas para su gorra en vez de colaborar para que los verdaderos habitantes de los Picos se sienten en una justa mesa.
Ahora traen la noticia bomba de que va a aumentarse el Patronato. Seguro que todos serán pastores y ganaderos. Ja, ja, ja. Mientras el Patronato se componga de un solo representante de propietarios y una mísera porción de ganaderos y pastores, y su mayoría esté formada por un babel de sindicatos y ecologistas miopes (que anteponen ideologías e intereses a realidades sociales), la identidad de los Picos desaparecerá. Y los quesos de Cabrales o de Gamonéu acabarán perdiendo su sabor; pues, bajo estas manos, dará igual hacerlos en Cabrales, Onís o Cangas de Onís que en la playa de Barru.
José Antonio Pérez Prieto
Cangas de Onís
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