La Iglesia católica ataca de nuevo
Los obispos han aprobado una declaración en la que dicen que “comprenden y comparten las protestas contra la nueva ley de educación” impulsadas por la plataforma que agrupa a organizaciones de la escuela concertada en la que la mayoría son centros católicos. El portavoz de la Conferencia Episcopal ha asegurado que respaldará un recurso en el Tribunal Constitucional si no hay cambios en la ley antes de que sea aprobada definitivamente.
Qué listos son estos de la Iglesia católica, dicen que apoyarán las denuncias y manifestaciones en contra de la nueva ley de Enseñanza; claro, normal, a ellos más que a nadie les perjudica, pues han creado todo un emporio con las escuelas concertadas, que casi la mayoría son de ellos, que cobran del Estado y de los padres de los alumnos y encima tenían otro chollo que les cedieran terrenos gratis para la construcción de los colegios por parte de las administraciones. Mienten como bellacos, la religión no se quita de los centros como debería ser según la Constitución. Lo que se les reduce son los beneficios que la Iglesia católica obtiene con los colegios concertados. La Iglesia católica es una máquina de hacer dinero. Pero de repartirlo y ayudar a los necesitados… ¡ah!, eso es otra cosa, amigo Sancho.
La Iglesia debería plantearse en estos tiempos su moral porque ahora, que mencionan el bolsillo, salen a defender la escuela privada, que me parece bien, pero lo hacen en plan doctrinal como si fueran los depositarios de la verdad. Me gustaría haber oído su voz cuando los ancianos con covid-19 morían en las residencias regentadas por varias hermandades de la Iglesia y miembros del clero católico, porque no tenían seguros privados para poder ir a los hospitales privados como hacían otros. Me gustaría, en suma, que fueran más cristianos y menos católicos.
La Iglesia siempre defendiendo lo suyo, el dinero. Una cosa es que se estudie religión como fenómeno social-cultural y otra muy distinta que se impartan temas doctrinales de cualquier religión, que debería quedar en el ámbito privado o en las iglesias respectivas. Ya se ha metido demasiado en la historia de nuestro país y han amparado a una dictadura durante 40 años y, por lo que yo sé, aún no han pedido perdón.
Protestan y se enfadan, cómo no... En cierta medida se le acaba un poco el chollo de las escuelas privadas-concertadas, a mí me parece muy bien que existan, pero creo que lo principal es que la escuela pública esté bien dotada, que haya los mismos recursos que pueden tener en la privada y después que cada cual pueda elegir si sus posibilidades económicas se lo permiten de elegir llevar a sus hijos a un centro de enseñanza privado, pero, repito, primero que la publica tenga recursos suficientes para todos. Y eso creo que es posible, si en lugar de las “mamandurrias” que se dan a los centros privados (y a la Iglesia, sobre todo) se invirtiesen en la pública, tendríamos una enseñanza pública mucho mejor. Por ejemplo, en Madrid, después de decenas de años gobernando la derecha, ha primado a la escuela privada sobre la pública todos estos años, por eso la pública está como está. Se les debería caer la cara de vergüenza.
Sigue importándole más su acumulación de bienes, camuflada bajo la salvación de las “almas”. ¿Dónde está su alma? ¿Dónde está su Reino? Entonces, ¿por qué acumula sin cesar a lo largo de los siglos más y más, insaciablemente? Aquí el Estado paga a los curas y religiosos no pagan impuestos, se apuntan y crean ONG para recibir también por este lado, reciben herencias de “fieles”, alquilan viviendas y demás, como decían son los banqueros de Dios, prestaban dinero al 8% y no lo consideraban usura, las iglesias y catedrales, monasterios construidos con las aportaciones de los fieles son considerados bienes propios y los registran a su nombre... Y, hoy día, que van a menos, cabrían en un autobús, son ricos, no les faltará nunca nada, no pasarán dificultades como el resto, aunque siempre hay unas admirables excepciones, pero denostados por los otros.
Y para terminar: lo de la asignatura de la religión se contradice con la propia Constitución española, pues dice que las distintas religiones gozarán de los mismos privilegios y que España es un país aconfesional y por lo tanto no es obligatorio que se imparta en los colegios, pues la religión es una cosa muy personal de cada uno/a y ella tiene todo el derecho de practicar alguna o pasa de todas ellas como es mi caso, agnóstico total, y el que quiera religión que se la pague y a rezar a las iglesias.
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