Hay que explicar que ETA mataba
“Patria”, “La línea invisible”, “ETA, el final del silencio”, “El desafío ETA” e incluso la más veterana película “El Lobo” vienen a recordar un pasado cercano. Mejor aún, nos ponen delante del espejo (personalmente, en especial la primera) de lo que fuimos, hicimos y vivimos en tantos años de terrorismo.
"Mientras gritáis, no mataréis", les decía Ernest Lluch meses antes de ser asesinado por ETA hace ahora 20 años. Eran menos entre una sociedad vasca (y por ende la española) y nos atemorizaron, nos silenciaron. Ahí radica mi pensamiento de que fuimos, en general, cobardes y, seguramente por eso, duele y estremece ver ahora en pantalla aquellos años oscuros.
Ni el GAL ni los maltratos condenados a detenidos abertzales justifican tantos muertos, heridos y damnificados. Una lucha, la etarra, iniciada desde el sindicalismo en la dictadura franquista, para pasar a la lucha armada, continuada ya en democracia, a golpe de pistola, de bomba lapa, de secuestro y de extorsión en nombre de... ¿De qué?
De la represión del pueblo español, de la libertad del pueblo vasco y de un puñado más de sinrazones. Tantos pueblos, colectivos, etnias o religiones y a nadie le dio por conseguir sus anhelos con cobardes disparos contra concejales, guardias civiles, anónimos... Mataban reprimiendo y quitando libertad. Justo lo que reclamaban.
A muchos nos tocó vivir, muchos días, ver un informativo que abría con un atentado. Se llegó a normalizar una situación que empezó a despertar cuando el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco. Al menos, por mi edad saliendo de la adolescencia, recuerdo ver perder el miedo a miles de personas. Y siguieron matando.
Conviene mirarse al espejo, al reflejo que desprenden tantas imágenes y declaraciones que ahora se nos ofrecen en series y documentales. Con la equidistancia que da el tiempo conviene no olvidar lo que pasó. Hay que explicarlo a las nuevas generaciones porque no hace tanto aún moría gente a manos de ETA. Y que la lectura sea no repetir años de plomo y sangre.
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