¿De qué sirve manifestarse?
No sé muy bien cómo contestar a esta pregunta después de haber visto la masiva reacción de protesta a la nueva ley de Educación, conocida como "ley Celáa".
No sé si va a servir de mucho lo vivido ayer en la práctica totalidad de las ciudades españolas, pero de lo que no me cabe ninguna duda, a tenor de la respuesta popular, es de que hay un importante rechazo popular que debería tenerse en cuenta.
Por lo que ha trascendido, la ministra del ramo se ha limitado a comentar las excelencias de "su ley" sin entrar en más consideraciones, pero lo que no parece haber valorado es la dimensión de la protesta, que, en otras circunstancias y sin las limitaciones y restricciones impuestas por la pandemia, hubiera alcanzado cotas inimaginables.
Pensándolo bien, claro que sirve, sirve de mucho, porque es el único modo de decir algo, como estoy haciendo ahora, para que se nos escuche, aunque no obtengamos respuesta.
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