La falta de relaciones sociales
La falta de relaciones sociales, surgidas de la pandemia y de los confinamientos. ¿Cómo va a afectar a las personas jóvenes y mayores?
Por un lado, las personas jóvenes necesitan relacionarse con los demás compañeros, amigos... necesitan dichas comunicaciones y relaciones para madurar, experimentar, explorar y evolucionar. Llevan ya, desde marzo de este año, y todo apunta que ni tan siquiera el próximo verano podrán tener relaciones sociales habituales de antes de la pandemia. ¿Cómo afectará eso a su proceso de maduración?
Es una gran incógnita, pero todo apunta a una generación menos “espabilada”, menos madura y con más complicación para relacionarse en entorno sociales.
Por otro lado, las personas mayores necesitan contacto físico y emocional con el entorno para tener unos hábitos y unas rutinas que les benefician. Necesitan ver a sus familiares sin EPI, ni mascarillas, ya que muchos no son capaces de reconocer a sus propios familiares.
Este desajuste en sus conductas y hábitos están haciendo que empeoren en sus demencias u otras enfermedades, así como el trato más impersonal y la dificultad de comprensión de lo que está ocurriendo.
Todos estos cambios en las relaciones personales dejarán rastro en las nuevas generaciones, así como a nuestros mayores. ¿Seremos capaces de superar y recuperar el tiempo perdido? Por desgracia, hay muchas familias que ya no pueden hacerlo.
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