In memoriam de Juan López
La mediación de seguros asturiana está de luto tras el fallecimiento el pasado 12 de noviembre de Juan López López, quien ejerció en la década de los años noventa como presidente de nuestro colegio profesional.
Sevillano de nacimiento, con su gracioso acento andaluz, y asturiano de adopción, tras casarse con Mari, llevó las riendas de nuestra institución colegial sustituyendo en el cargo a su buen amigo José Luis Fernández Mayo.
Juan era una persona muy especial ya que siempre te recibía con una gran sonrisa y te despedía con una enorme carcajada. Lo conocí como compañero de pupitre durante el primer curso que organizó el Colegio de Mediadores de Asturias para la obtención del título, denominado entonces, de Agente y Corredor de Seguros. Se impartía presencialmente y allí comenzamos una intensa relación personal y profesional que se mantuvo hasta ahora y que perdurará para siempre en mi recuerdo.
Hemos compartido miles de horas e infinidad de anécdotas cuando formábamos parte de las juntas de gobierno y de las comisiones permanentes del Colegio de Mediadores, y cuando impartíamos los cursos formación, y durante su última etapa de vida profesional.
En el ámbito laboral fue una persona exigente, recta, estudiosa, calmada en sus decisiones y, sobre todo, tenaz y trabajador. Durante su etapa como presidente del Colegio luchó siempre en defensa de la profesión “peleando” por ella en el Consejo General de los Colegios de España. Fue una etapa muy dura para la mediación profesional y promovió y encabezó la manifestación celebrada en Madrid para la defensa de nuestros derechos cuando se estaba tramitando la famosa ley 9/92 de Mediación en Seguros Privados.
Persona de grandes convicciones, “enamorado” de su familia y de su trabajo, amigo de sus amigos, quiero manifestar a su familia mi satisfacción y agradecimiento por haber compartido con Juan una larga e intensa amistad. A su esposa, Mari; a sus hijas, Mónica y Patricia; a sus hijos políticos, nietos y a toda su familia, vaya desde este escrito en LA NUEVA ESPAÑA mi reconocimiento hacia su persona. Descanse en paz.
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