¿Y si fueras tú?
Cuando yo tenía 7 años, mi madre tuvo cáncer. Perdió mucha sangre por lo que necesitó mucha para reponerse. Si no hubiera gente que hubiera donado, no habría reservas y ella no estaría aquí. Lo mismo pasa con la médula ósea, con el pelo, con los órganos,...
Esta pandemia nos ha mostrado que todos y todas podemos necesitar ayuda alguna vez. A veces, no somos conscientes de que nosotros también podemos estar en el ojo del huracán. Que no es solo al vecino de tu amigo al que le suceden las cosas.
Un pequeño gesto puede suponer un gran avance para otro. Así que si algo espero que nos haya enseñado esta pandemia, es a ser más generosos, a ser más solidarios y a mirar más allá de nuestro ombligo. A veces, los pequeños gestos también salvan vidas.
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