La mala calidad de la ropa que compramos
En la actualidad, la sociedad está inmersa en un ciclo de cuanto más mejor. Preferimos optar por tener muchas cosas y de mala calidad a tener pocas de buena calidad. Parte de la culpa de esta motivación es la sociedad acelerada en la que vivimos donde la imagen es algo esencial, tanto en el mundo real como en el online.
Grandes cadenas de ropa hacen que nuestra experiencia en tienda sea la más parecida a un supermercado que a una propia tienda de ropa como antaño. Ya no te atienden, ya no te asesoran, quieres que compres rápido y mejor sin probar para que te lleves el máximo de prendas posibles.
Antaño, la ropa pasaba de generación a generación, podrías ser nieto y tener chaquetas o prendas en perfecto estado de tu abuelo y de tu padre. Los nietos del 2020 en adelante... ¿Podrán decir lo mismo?
La respuesta es absolutamente no, precisamente porque compramos mucha ropa, pero de baja calidad que no nos dura más de 3 años, y la prenda que llega a 5... ¡Es casi un milagro!
Tenemos que ser consciente que mucho y malo no es mejor. La ropa es uno de los contaminantes más importantes del mundo y, por ello, deberíamos ser conscientes de que la ropa debería tener muchos años de duración y cambio de generación para ser respetuosos con el medio ambiente.
Ojalá a todos los nietos del 2020 en adelante puedan tener ropa de sus abuelos.
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