Veintiséis millones son muchos, ¿incluidos niños?
Me ha venido al recuerdo el libro escrito hacia los años sesenta, repito, años sesenta, "Un millón de muertos", de José María Gironella. Número dramático para señalar los muertos que hubo en la Guerra Civil de 1936-39, cuando tengo que oír, en diciembre de 2020, que un militar nada menos que quiere fusilar a 26 millones de hijos de puta.
En España, que tiene, en números redondos, unos 47,5 millones de habitantes, supone la eliminación de un 54%% de la población total del país (así quedan solos el militar y sus amiguetes).
Mi propósito es dar una visión de lo que significa esa cifra de 26 millones de hijos de puta, que, comparada con la cifra de un millón de muertos de la Guerra Civil, sería necesario que se repitiese la Guerra Civil 26 veces.
Y si la comparamos con el Holocausto y la Guerra Civil, el Holocausto se quedaría por debajo del número de hijos de puta que quiere fusilar el militar de turno.
Puede empezar cuando quiera. De esta manera se sabrá quién es más hijo de puta, el fusilador o el fusilado.
Y el terreno que sirva de sepultura para estos 26 millones de hijos de puta no habrá problemas, pues en España hay 160.000 kilómetros de carreteras, el doble por las cunetas.
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