Hablemos de derechos humanos
Y sin retóricas, hablemos de un caso concreto y valorable: el "PAV-DDHH", que ha logrado cumplir 20 años pese a las altas dificultades planteadas.
El nombre largo es "programa asturiano de atención a las víctimas de la violencia en Colombia". Hubo un viceconsejero de la cuenca minera que aconsejó reducirlo a "programa asturiano de derechos humanos". En realidad conviene acotarlo también como "programa de protección temporal a defensores/as".
En cualquier caso, se trata, se ha tratado siempre y se tratará para lo futuro (dados los índices obscenos de terror vigentes en Colombia), de una extraordinaria confluencia de voluntades.
Entre 12 y 15 organizaciones asturianas diversas.
Las diferentes y cambiantes responsabilidades en la Agencia Asturiana de Cooperación y algunos ayuntamientos como Xixón y Langreo, las responsables de DD HH en el MAEC y el embajador español y allegados en Bogotá.
Y 9 organizaciones de "alto nivel" (dos de ellas recibiendo más prestigiosos premios esta semana) en Colombia que conforman el "comité de selección" del programa.
El resultado: 125 personas, de las cuales tres han fallecido: Luciano y Henry, asesinados a su regreso. El minero Alejandrino, presuntamente ultimado por la desatención de la privatizada sanidad.
¿Y el resto? La mayoría en sus acciones democráticas en Colombia, aunque varias hayan tenido que "reubicarse" de zona. Otras exiliadas posteriormente, en Suiza, en Francia, en España, en Venezuela.
"Defender a las Personas Defensoras" es lema para el 9D, si se siguen orientaciones de la ONU. Asturias, desde luego, lo está haciendo, pese al racaneo presupuestario que disminuyó de 100 a 30. Defender a quienes defienden derechos esenciales.
Veinte años de forma continuada en Asturias, con 16 visitas en el terreno, con los premios de DD HH del ayuntamiento de Siero y de la Sociedad Cultural Gijonesa.
Pero con la imperiosa necesidad de fortalecer esas voluntades, para que no siga la matazón de gentes y comunidades y procesos en los territorios colombianos.
Para que la exigencia de Proteger a las y los Defensores se haga oír desde Asturias hacia el responsable máximo de esa protección que es el Gobierno colombiano del señor Duque.
Para que las cinco personas que regresan este mes tengan garantías para sus vidas dignas y valerosas.
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