España se tiñe de blanco
Comienzan las primeras nevadas en este año tan atípico, un año marcado por el COVID-19 que ha conllevado infinidad de restricciones. Y aunque a día de hoy todavía no sabemos con exactitud cómo nos estamos contagiando, las restricciones mínimas continúan.
Prácticamente empezamos el año encerrados en casa durante mes y medio, sin poder salir. En el verano éramos "libres", evidentemente conscientes de que las cosas no se estaban haciendo bien, ya que las playas, los bares o los centros comerciales rebosaban de gente.
Finaliza el verano y el temor de volver a ser "encerrados" en casa vuelve a estar presente. Todavía no se ha tomado esta decisión, pero los límites de movilidad horaria y territorial están presentes.
Pero a pesar de no saber cómo nos estamos contagiando, si sabemos que hay cosas que estamos haciendo muy mal. Como he empezado diciendo en esta carta, España comienza a teñirse de blanco gracias a sus nevadas, aunque con las pistas vacías. Porque, paradójicamente, se nos permite ir a locales cerrados como bares y restaurantes donde es fácil contagiarse, pero se nos impide ir a esquiar al aire libre donde es mucho menos probable que eso ocurra...
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