Dimes y diretes
Todavía incrédulos sobre la efectividad y la rapidez con que gobiernos, laboratorios y farmacéuticas han desarrollado en tiempo récord la vacuna que nos librará del incómodo virus, hay ya hoy quién rompe el hielo y se corona -perdónenme el uso de este verbo- con ser la primera persona en vacunarse contra el dichoso bicho.
Margaret Keenan, una nonagenaria inglesa, ha sido hoy la primera mujer en recibir la vacuna contra la covid-19 en el Hospital Universitario de Coventry en la ciudad de Londres. Sin dudas ni titubeos, la anciana dejaba al aire su hombro izquierdo para recibir tan significante trofeo, ante la atención de un gran número de medios que se disputaban las primeras líneas para capturar el momento.
Entre flashes cegadores y sonoros vítores de ánimo y alegría, Margaret trasladaba a la prensa y a los allí presentes sentirse orgullosa, pero sobre todo, una privilegiada por haber sido la elegida para tan esperado momento.
En medio de un debate sobre la cuestionada rapidez y lucha por conseguir el antídoto anti covid, no exento de dimes y diretes, de partidarios y detractores, hay algunos -como Margaret- que ya van haciendo su camino.
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