Educación especial y desinformación
La nueva Ley de Educación parece ser que estable un plazo de 10 años para culminar la integración de los alumnos de Centros de Educación Especial; y empieza a circular el rumor de que esta ley hará desaparecer estos Centros. Las familias de estos alumnos se preocupan y unos grupos de presión ultracatólicos y de extrema derecha se encargan de atizar el fuego, atacando al Gobierno de España para defender sus privilegios en los centros concertados, con bulos que poco tienen que ver con la realidad.
El término discapacidad, tan usado en esos bulos, desaparece en la Ley de 1990 (LOGSE) sustituyéndolo por el de "necesidades educativas especiales", incorporando en ellas tanto las psíquicas las sensoriales, las conductuales y las motoras; pero también las de las altas capacidades; dentro del marco de una integración educativa y social. Treinta años incorporando recursos humanos y materiales, impulsando la implicación de las familias, de los profesores, de los directivos y de los especialistas de apoyo educativo y social . Muchos años de esfuerzos, de trabajo y de ilusión para poner en marcha el proceso de integración educativa y social de todos los alumnos, sin plantearse la desaparición de los Centros de Educación Especial, aunque ya se valorase desde el principio que esos centros habría orientarlos como centros especializados de recursos para el alumnado con necesidades educativas especiales, potenciando el principio de normalización, sin desatender la presencia, durante el tiempo que se considerase necesario, en el propio Centro de Educación Especial si no fuese posible su integración plena en un centro ordinario. De ahí que en el desarrollo de la Ley se haya flexibilizado para el alumnado la duración máxima del período de escolarización, con las normas específicas, para que cierto alumnado pueda repetir dos años como máximo a lo largo de la escolaridad obligatoria; así como adelantar de curso dos veces como máximo en ese mismo periodo para alumnado con altas capacidades. Ahora parece que la Ley da de plazo 10 años para completar el proceso de integración para que la Escuela cumpla el principio de normalización y se adapte a las necesidades de los alumnos y no al revés.
Pasado este tiempo los resultados hay que valorarlos de forma satisfactoria, pudiendo ver ya a algunos de esos alumnos insertados en la vida social y laboral, que es uno de los principales objetivos de este proceso de integración y nos aleja de los tiempos en que a algunos de estos niños y niñas se les escondía en su pueblo por la vergüenza de sus familias por el rechazo social.
Resumiendo. El castellano no está en peligro de desaparecer, lo que sí les puede ocurrir a las otras lenguas cooficiales del Estado si no se les protege y se cultiva en el entorno escolar respetando la actual inmersión curricular.
En la Red de Centros concertados hay que diferenciar aquellos que cumplen las exigencias por las que se les concedió el concierto, que sí los hay; de los que sólo persiguen una subvención del Estado para funcionar como si fueran colegios privados, escogiendo al alumnado de forma sutil, evitando alumnado inmigrante y con necesidades educativas especiales, cobrando cuotas a las familias, segregado al alumnado a su libre albedrío y en alguna Comunidad Autónoma ampliando incluso el concierto a etapas no obligatorias.
En cuanto a la desaparición de los Centros de Educación, se manipula el bulo por intereses políticos, aprovechándose de los recelos de las familias afectadas por falta de información o por un exceso de protección.
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