Navidades virtuales
Hay que hacerse a la idea de que las Navidades de este año van a ser diferentes, que no vamos a poder reunirnos, como siempre, con toda la familia, pero no por ello hay que desanimarse porque podremos, al menos, comunicarnos virtualmente a través de las videollamadas que no son lo mismo, pero que sí son, al fin y al cabo, una manera de vernos y de sentirnos cerca.
La costumbre cada vez más extendida de utilizar las redes sociales para cualquier nimiedad adquiere ahora otra dimensión, y es la de dar valor a un medio a nuestro alcance que nos permite establecer una relación visual de inmenso valor.
De hecho, a lo largo de todo este año de penurias motivadas por la pandemia, las videollamadas han sido como un bálsamo en medio de tanta desazón, y lo serán de nuevo, y con más motivo en las próximas Navidades, que tendrán que ser, para muchos, también virtuales.
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