Replica al cura de Nuestra Señora de Covadonga
Objeción a Miscelánea, del Párroco de Nuestra Señora de Covadonga:
Estos ricachones a los que se refiere Sr. Cura, que llenan las Iglesias, los que ustedes perdonan en el confesionario, si en vez de hacerlo una y otra vez, les indicaran que no vale repetirse tanto en el perdón, seguramente cambiarían por temor a Dios, pero a ustedes les encantan ser protagonistas de tan majestuosa y divina potestad.
Sobre las personas libertinas que creen que el cristianismo no tiene nada que ver con la entrepierna y pretenden hacerlo compatible con toda suerte de conductas deshonestas seguramente su inconsciente le traiciona pensando en otros tiempos, cuando todo lo relacionado con la entrepierna era pecado predicado desde sus pulpitos, hubo generaciones a las que con sus amenazas: privaron de disfrutar, sentir y gozar del sexo pero muchos de sus colegas lo que predicaban lo interpretaron muy a su modo, haciendo uso y abuso de su entrepierna cometiendo no actos impuros, sino delitos que van apareciendo y saliendo a luz, no solo en Irlanda, Estados Unidos, es un virus demasiado extendido entre quienes hicieron voto de castidad.
Lo de que el cristianismo pasa también por la carretera, casi podemos interpretar que le debemos a la Conferencia Episcopal el descenso del número de muertos en nuestras carreteras, aunque reconoce que el gobierno con las Leyes de Seguridad Vial y Trafico, lo hizo bien, aunque sin antes dejar caer que pasará a criticarle por otras cosas, le gusta mezclar Sr. Párroco, no hace miscelánea correcta, lo suyo es una amalgama de velocidades y tocino, que va llevando a su terreno sin pensar que los ciudadanos no son idiotas.
Luego, hasta quiere que los penitentes le cuenten que pecaron al volante, no si por ustedes fuera, harían una carretera para ir al cielo y otra para el infierno ¿por cuál circularía usted? ¿Por cuál de ellas, tendría que ir yo, si me confesara haber cometido imprudencia de tráfico en su confesionario?
Sobre lo de menores de 16 años, en cuanto al alcohol y el aborto, critica al Gobierno por que en algún supuesto, puedan abortar sin consentimiento de sus padres, mejor dejarlo estar y no revolver como hace usted, no vaya a ser que nos tengamos que referir a ciertos delitos de abusos sobre estos, sin que tampoco les hubieran pedido permiso a sus papas, para cometer semejantes dominaciones por un colectivo que hizo voto y devoto, y que dejan en mal lugar a quienes están por verdadera vocación y fe.
Acaba casi llamando régimen totalitario a nuestro gobierno, por cierto con ese tipo regímenes fue donde ustedes los curas y la Conferencia Episcopal tenían el monopolio de lo bueno, de lo perfecto y de la verdad absoluta, convivían con las tropelías del dictador, porque les dejaba un campo perfecto para sus predicamentos. Estos nada tienen en común con los mandatos de Dios, es otra cosa, Dios jamás daría la comunión diariamente a un dictador, y tampoco a los que llenan seos, iglesias y catedrales con abrigos de visón, mientras sus conciudadanos se mueren de hambre.
Solo coincido con usted en lo último expuesto, que debemos escuchar y leer opiniones diferentes, para no creer como cierta una mentira repetida.
Respeto muy mucho las creencias y religiones, me parecen esenciales en cuanto que cumplan un cometido de enseñar sus dogmas sin amenazas y pecados mortales. Pero me rechinan los que hablan en nombre de Dios, que van de perdonavidas atenazando y atemorizando a las gentes más ignorantes cuando si Jesús volviera aparecer por la tierra empezaría a darles patadas en el culo, sacándoles de las iglesias al igual que hizo con aquellos mercaderes que expulsó del templo, pero en este caso se quedaría solo dentro, ni un solo cura o dirigente episcopal. Recuerda aquello de "al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios", ustedes lo quieren todo, lo divino y lo humano, dediquen su tiempo a catolizar, en vez de interferir en gobiernos.
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