Es bueno, pero se pasa
Una expresión muy usada. Se la aplicaríamos, por ejemplo, a Ronaldo si pretendiera rematar con el culo un balón que le viene a la cabeza.
Es algo muy frecuente en los genios que no lo son tanto. Les resulta mucho más fácil caer en la prepotencia que en la modestia.
Consecuentemente, el ser humano, siendo el más, es el que más tiende a pasarse. Cuántos encuentran su final pretendiendo volar mejor que un ave, nadar mejor que un pez, funambular mejor que un mono, etcétera. Eso si consideramos el aspecto físico; en el intelectual, no siendo ya buenos, sino únicos, pues mira tú.
El ser humano supone, mejor, está convencido de que nada se le puede resistir. Lo que no puede lograr hoy lo logrará mañana. Como la hormiga, cuestión de paciencia y fatiga.
Eso le lleva a pretensiones que a mí me parecen absurdas. Puedes inventar lo que quieras y convencerte de que lo has logrado, pero una tortilla francesa sin batir el huevo, olvídate.
Soy muy peliculero y considero que las películas, sean del género que sean, reflejan muy bien la idiosincrasia de sus hacedores. Por ejemplo, los americanos muestran, hasta la saciedad, que ni el alma se resiste a su dominio.
El alma.- Entidad abstracta tradicionalmente considerada la parte inmaterial que, junto con el cuerpo o parte material, constituye el ser humano; se le atribuye la capacidad de sentir y pensar.
Así la define la RAE.
Que el alma sea el pensamiento... No voy a analizarlo ahora, pero tengo mis dudas. Que es el sentimiento, impepinable.
Pues bien, los americanos, que solo es cuestión de técnica dominar los sentimientos y, como quieren quererse tanto, pues aplican la técnica:
Del despertar al dormir, repetir.
De manera que, con la familia en acción, en cuanto abren los ojos, al primero que pillan, y lo van repitiendo con los demás: te quiero.
Para ellos nada más poderoso que esta muletilla. Y no es que la repitan hasta la saciedad, imposible, se muestran insaciable. Se ven, te quiero. Van a salir, te quiero. Se separan para ir, según al cole, al trabajo... te quiero. Se llaman por teléfono, te quiero. Cuando van a cortar, te quiero...
Hay que ser necio. Oye, persistente sí, pero si llevas veinte años practicando yoga y no consigues hacerte cosquillas con la lengua en el ombligo, coño, mijito... Mira la estadística, posiblemente los abogados que más pasta saquen del mundo con los litigios familiares sean los americanos.
Pues bueno, a pesar de todo, yo creo que esta gente quizás haya empezado a tener sus dudas sobre el poder de la muletilla, es posible que la ciencia sea de más ayuda.
He llegado a esta conclusión porque, ayer, en vista de que me cerraron la página donde pillaba series y pelis, rebusqué en las de mi suscripción y me puse con "Soulmates".
Dentro de 15 años, la cibernética... o como coño se llame la ciencia que lleve a esto, pondrá en servicio un sistema para encontrarle al individuo humano, sin pele alguno, su alma gemela.
Estaba viendo el primer capítulo meneando la cabeza sin parar...
Qué vaina... Piensa un matrimonio joven unido por, el único, el auténtico, el amor de su vida. Nada más grande que su amor. Pero, coño... Seguro que el uno es el alma gemela del otro... pero oye, por curiosidad... quién sabe...
Pues que nada, que, a la chita callando, cada uno por su cuenta, consulta el emparejador tecnológico y, a continuación, siguiendo su dictamen: cada oveja con su nueva pareja.
Las fantasías sobre el mañana se escriben con el pensamiento, y el sentimiento, de hoy.
El amor de su vida. Su alma gemela. Frases totalmente obsoletas, vacías de contenido. En todo caso, hoy, debería decirse: un amor de su vida; uno de los tantos clones de almas gemelas.
Todos hemos leído, es uno de los panes nuestros de cada día, sobre la evolución de los inventos que cada día aproximan más la máquina al hombre. Prácticamente ya se ve aquí al lado el instante en que, a simple vista, no podrán distinguirse.
Lo que este bicho inteligente no ve es que, mucho más rápido que la máquina al hombre, se está acercando el hombre a la máquina. Y, siendo imposible el alma en la máquina, cuanto más se acerca a la máquina, más se aleja del alma.
Así es de necio el ser humano.
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