Óscar Luis Celada, un luarqués ejemplar
Con frecuencia estos días hemos visto cómo la prensa, fundamentalmente escrita, se dirige a Óscar Luis Celada como el Dr. Celada, cometiendo así el error de suponer que Luis es nombre, cuando en realidad es el primer apellido del médico de la selección española, hijo a su vez del Dr. Luis, fallecido hace muchos años y que ejerció su profesión en el municipio de Luarca, actualmente denominado Valdés.
Aclarado este asunto, me centro ahora en el verdadero motivo de estas letras, que no es otro que otorgar a este insigne luarqués el reconocimiento que se merece por haber alcanzado el mérito profesional de ser médico de la selección española de fútbol, y hacerlo en el momento en que por primera vez se gana el Mundial.
No me imagino ni un luarqués que no haya estado pendiente en las últimas semanas de las salidas en televisión, bien efectuando declaraciones o bien actuando a pie de campo en los partidos, del Dr. Luis Celada, y mucho menos me imagino que cada uno de esos luarqueses no se haya sentido orgulloso de que un natural del municipio haya alcanzado tal relevancia profesional y social.
Luarca da bandazos en los reconocimientos a sus ilustres, pasando del todo a la nada sin explicación aparente, y apoyándose a veces en un cierto complejo a la hora de ponderar los méritos profesionales, si no da el primer paso algún tipo de autoridad.
Yo estos días he sentido una especial satisfacción al ver a Óscar en su merecida posición de privilegio y, sin requerir su permiso, me he permitido sentirme bien por el hecho de que a él le haya sido reconocido su esfuerzo. He gozado pensando que dentro de la depresión general que se respira, en un momento en que tanto se habla de crisis y de dificultades, y especialmente en Luarca y su municipio, hay un luarqués que destaca y nos sirve de ejemplo a todos.
Me gusta incluirme entre sus amigos, y por eso me otorgo la obligación (que no el derecho) de poner en blanco sobre negro estas reflexiones y este reconocimiento, que espero se haga extensivo entre de todos los que le conocemos en mayor o menor medida...
Ya creo que tiene LA NUEVA ESPAÑA una gran oportunidad de nombrarlo «Asturiano del mes», o la Vaqueirada de honrarlo como «Vaqueiro de honor», o el propio Ayuntamiento de reconocerle con alguna de las distinciones pertinentes.
No sobraría tampoco que si lo permite su agenda, se organice alguna especie de conferencia, abierta especialmente a los niños, donde nos pueda explicar su trayectoria y su experiencia en el Mundial.
Y los asturianos, luarqueses en particular, honrémosle tomando ejemplo de su buen hacer. No hace falta que no pueda dar un paso por Luarca sin que le saludemos o le abracemos. Reconozcamos su trabajo, sintámonos orgullosos de él y, los que tengamos hijos, cuando les queramos dar ejemplo de una buena trayectoria, no busquemos fuera de nuestras fronteras, pues a Óscar lo tenemos en casa.
Enhorabuena, Óscar.
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