La responsabilidad de los asturianos ante estas fiestas...
Cuando me dispongo a escribir esta breve carta de opinión para LNE se me amontonan las noticias en la pantalla de mi ordenador. Evidentemente, me refiero a las noticias que tienen que ver con la pandemia del coronavirus en Asturias. Verán, si analizamos con un mínimo de sentido común la situación que se nos describe, la cosa es seria, muy grave y para echarse a temblar. Por una parte, el presidente Adrián Barbón no oculta su extrema preocupación a la vista del poco caso que los asturianos hacemos sobre sus recomendaciones. "Que los excesos de diciembre no se conviertan en la tragedia de enero", nos advierte. El Presidente no se cansa de repetirnos machaconamente "las normas básicas si queremos evitar una tercera ola y cientos de muertes en Asturias después de las Navidades". Y los ciudadanos a estas alturas de la pandemia conocemos a la perfección cuáles son esas normas básicas de las que nos habla Barbón: usar siempre la mascarilla, excepto cuando vayamos a comer o beber; guardar la distancia de seguridad; evitar en lo posible los espacios cerrados; evitar las aglomeraciones en las vías publicas; restringir al mínimo nuestros contactos sociales. Pero a los asturianos, con una tasa todavía muy alta de contagios y de fallecidos diarios, parecen interesarnos un carajo todas estas medidas. Es como si los ciudadanos quisiéramos ignorar la realidad, como si nos dispusiéramos a vivir nuestra última Navidad. En otro titular de este diario se pregunta: "¿Hay riesgo de contagio por las aglomeraciones en las calles de Asturias?". Y según los expertos sanitarios, "la región se encamina a una tercera ola", y por ello los epidemiólogos nos piden a los ciudadanos "permanecer en casa el máximo tiempo posible ". Algo que Italia ya ha anunciado que hará con sus habitantes. El ministro de Asuntos Regionales italiano, Francesco Bocci, afirmó en una entrevista de la TV de su país "que el toque de queda nacional, por el covid-19, se mantendrá desde las 10 de la noche durante todo el mes de diciembre, no habrá excepciones para las fiestas de Navidad y Nochevieja. Las fiestas las tendremos que celebrar en casa; si hay toque de queda, pues uno tiene que volver a su casa, independientemente de lo que haya. Hay que hacerlo, no queda otra salida", asegura el político italiano.
Ahora yo me pregunto: ¿se imaginan ustedes la que se podría armar en Asturias si a Barbón se le ocurriera decretar el confinamiento de la población y el cierre de la hostelería si las circunstancias de la pandemia así lo aconsejaran? Sinceramente, visto lo que hemos visto durante las últimas horas en las calles de la mayoría de las ciudades asturianas, mejor me reservo la opinión de lo que podría suceder.
Ojalá el pesimismo de los expertos, el de nuestro presidente y el de nosotros mismos, no se llegue a cumplir. Ojalá que las cifras de enfermos y de fallecidos por el maldito "bicho" allá por los meses de enero y febrero hayan descendido a cero, sería la mejor noticia que nos podría traer a todos los asturianos el nuevo 2021.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

