El comportamiento de la Corona
Leo la carta de un airado lector que, a falta de argumentos mejores, trata de ofender a quienes discrepan con su idea de la vida.
Me refiero a una carta en la que se queja de que algunos, o muchos, la hayamos tomado con la Casa Real, el rey fugado y otras hierbas. Y no berreamos.
Seguramente hay quienes se sienten cómodos con que su jefe de Estado haya tenido comportamientos poco edificantes al tiempo que en sus discursos reclamaba lo contrario a la plebe. Excuso identificar a esta institución como algo medieval y fuera de los tiempos que corren, pero al menos su comportamiento podría no ser delictivo.
Sobre la cantinela de que este señor nos trajo la democracia pues quiero decir que ya estoy harto. Parece que los demás no tuvieron nada que ver. Los demócratas en el exilio, en la cárcel, las pequeñas organizaciones clandestinas que se jugaban día sí, día también la libertad y la cara si caían en manos de malnacidos torturadores a quienes luego les colmaron de medallas. Los obreros en general y una presión internacional que hacía infumable ni un minuto más de ese régimen encumbrado al poder con la ayuda de los más abyectos fascismos asesinos. Juan Carlos I apenas tuvo que rematar a puerta vacía.
Cita en esa carta como autoridades a Torcuato Luca de Tena, López Bravo... todos españoles de bien, muy progresistas, jipis casi. Echo de menos en su rubro a Fraga, padre de la Constitución, al parecer, aunque alguno preferimos decir garante del viejo régimen, vigilante de que los intereses de su gente no sufrieran, como así fue, menoscabo alguno.
Pero no me quiero extender, apenas insistir en que quienes han torpedeado a la Corona han sido precisamente sus componentes con comportamientos rotundamente absolutistas, el abuelo de churri en churri, cazando, esquiando y pillando pasta gansa a saber por qué y colocándola lejos de la Hacienda de todos los españoles, a buen recaudo, sin rendir cuentas. El yerno pillando, los nietos pegándose la buena vidorra a cuenta de tarjetas de dudosa moralidad, y así. Falta por pillar al Rey actual, ignoro si ocurrirá, pero algunos ya pensamos que sus hijas no serán coronadas.
Discrepar de gente como usted no nos convierte en comunistas comeniños, ni nada parecido. Yo lo que pienso es que no aceptar jefaturas de Estado de tan dudosa limpieza nos dignifica como ciudadanos que aspiran a un mundo mejor, de ciudadanos en lugar de súbditos acríticos y obedientes a merced de verdades oficiales y caducas.
Venezuela, Cuba... es el decorado que faltaba. El mismo que esgrimen todos los que carecen de argumentos de elaboración propia.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

