La amenaza fantasma

Supongo que a nadie le habrá pasado inadvertida la decisión del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental, antigua colonia española, que es objeto de un conflicto territorial aún no resuelto favorablemente: durante la dictadura de Franco, y siguiendo los mandatos de la ONU, España (potencia administradora) organizó un referéndum para su independencia que fue frustrado por la Marcha Verde, organizada por Marruecos y encabezada por Hassan II, y las acciones del Frente Polisario; a esto se unió la inacción de España, que se ha alargado hasta este momento.

Tal y como explica don Agustín Rosety y Fernández de Castro (general de brigada de la Infantería de Marina retirado, licenciado en Derecho, magister en Historia Contemporánea, académico de número de la Real Academia Hispanoamericana y diputado de Vox por la provincia de Cádiz) en un "hilo" de Twitter, esta decisión del Gobierno norteamericano puede traer consecuencias muy graves a la economía española. Para tener una imagen clara de lo que está pasando, y de lo que podría ocurrir, debemos tener en cuenta, por un lado, la situación geopolítica de España y, por otro, diversas noticias que juntas se entienden mejor.

En cuanto a la situación geopolítica de España, como todos sabemos, es estratégica al ser puerta al Mediterráneo y frontera de Europa con África y el Magreb, lo que significa que es un territorio constantemente amenazado, bien por yihadistas, bien por las mafias de inmigración ilegal, bien por el narcotráfico, etcétera; y esa es la razón por la que las bases de la OTAN son tan importantes. Sin embargo, debido a la errática política exterior que han desplegado, principalmente los gobiernos socialistas; a las decisiones imprevistas en relación con las diversas operaciones militares; a los desplantes de algunos presidentes a los Estados Unidos, y a la cada vez menor capacidad operativa del Ejército español (apenas recibe un 1% del PIB y está cada vez más obsoleto), España está perdiendo su posición preeminente en el Mediterráneo, en beneficio de Marruecos; el Reino Alauita no es nuestro amigo, es nuestro rival y, permanentemente, reclama la soberanía de Ceuta, Melilla y las islas Canarias, así como otros territorios como el islote Perejil o las islas Chafarinas.

En relación con los indicios que nos indican ese cambio de tendencia, además de esta noticia sobre la soberanía del Sahara Occidental, se ha hecho público que Marruecos está renovando todo su ejército, mediante la compra de artillería de última generación a Estados Unidos, así como aviones de combate y drones a Israel. Por otro lado, Marruecos ha firmado un acuerdo con Gran Bretaña por el que España podría perder mucho tráfico comercial, ya que, tras el brexit, las inversiones británicas en Marruecos se van a ver favorecidas.

¿Cómo nos afecta todo esto? Negativamente, ya que nos hace perder protagonismo en las relaciones USA-Europa, y podríamos dejar de ser un aliado preferente de los Estados Unidos. Esto, unido a las nuevas relaciones UK-Marruecos, nos pone en una situación de incertidumbre, ya que Marruecos, como posible aliado de USA en el Mediterráneo, también ofrece una situación geoestratégica clave que podría derivar en desinversiones de los Estados Unidos en España y, en consecuencia, pérdidas económicas y más desempleo, ya que los astilleros y la industria bélica tienen un peso importante en el PIB español. Por otro lado, las nuevas relaciones entre Gran Bretaña y Marruecos podrían perjudicar al turismo, parte del cual podría desviarse hacia la costa marroquí en detrimento de los destinos españoles

¿Podría ir a peor esta situación? Sí, si nuestro Gobierno actual continúa con esa política exterior incomprensible y errática, sin establecer estrategias a largo plazo, ni formalizar alianzas fuertes con países líderes, nuestra ya amenazada integridad territorial podría verse en una situación crítica; de hecho, ya lo está, ya que se sospecha que Marruecos está detrás de las masivas llegadas de inmigrantes ilegales a las islas Canarias, de las que los telediarios ya no hablan. Recordemos también que Marruecos, hace unos meses, realizó un cambio unilateral en los límites de sus aguas territoriales, para poder abarcar un yacimiento submarino de tierras raras, encontrado en las islas Canarias. De seguir así, que a nadie le extrañe que, en un futuro no muy lejano, Ceuta y Melilla (territorios españoles desde 1578 y 1556, respectivamente) sean territorio marroquí y las islas Canarias (la conquista castellana se completó en 1496) se convirtiesen en una colonia de Marruecos.

¿De quién es culpa esta situación? Es nuestra por permitir que unos políticos ineptos y mentirosos gobiernen el país, unos políticos que no se dan cuenta de que cada cosa que dicen o se callan, cada acción u omisión, tienen consecuencias para 46 millones de personas; no son conscientes de que ya no están en una asamblea universitaria haciéndose los interesantes, con sus oscuras reflexiones sobre núcleos irradiadores, ni en la barra de un bar, creyendo arreglar el mundo entre cerveza y cerveza; ahora están al frente de un país y gobiernan para todos, no solo para quienes les votan y les jalean, y tienen que ser conscientes de que, cuando ellos terminen sus mandatos (porque los van a terminar antes o después, por mucho que se piensen que son imprescindibles y que están aquí para salvarnos de algo peor que la muerte) España, o lo que quede de ella, va a seguir adelante.