La educación, desconcertada
Desde que, en 1985, la Ley Orgánica del Derecho a la Educación. (LODE) incorporara el sistema de colegios concertados, se han ido sucediendo una ley de Educación tras otra, hasta llegar a la recientemente aprobada en el Congreso y conocida como "ley Celaá" por ser, su impulsora, la ministra de Educación Isabel Celaá.
Seguramente las intenciones de todas las leyes anteriores han sido buenas pero no han podido dar peores resultados. De ahí que esta última haya nacido también "tocada", y aunque se apruebe en el Senado, como es de prever, no va a tener mucho recorrido porque ha sido ampliamente contestada, y una ley educativa que no tenga un respaldo mayoritario está abocada al fracaso, como se ha podido evidenciar reiteradamente.
Ante el desconcierto generalizado en la sociedad como consecuencia de este disparate legislativo en un sector tan esencial como es el de la educación, solo cabe preguntarse el porqué de este desconcierto y rezar para que la nueva ley sirva para algo más que las anteriores, que se han cubierto de gloria.
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