José Luis Iglesias Riopedre debe salir
Me uno a los firmantes de la carta suscrita por cien personas solicitando la concesión del tercer grado para el Sr. Iglesias Riopedre, a lo que se opone la Fiscalía; para que se le permita la salida de prisión por razones de su edad, su salud y por los propios delitos por los que fue juzgado.
Las razones de edad no necesitan acreditarse -pasados los 80 años-, y las razones de salud ya han quedado debidamente acreditadas por los médicos que le atienden, que todos coinciden en el deterioro de su enfermedad cardiaca, asociada a otras patologías, que podrían llegar a acortar su esperanza de vida, todos ellos motivos suficientes para que se reconsidere su estado carcelario.
No voy a entrar a valorar su estado de salud, ni los delitos por los que fue condenado, pero sí voy a entrar a exponer y valorar su perfil personal y profesional por el hecho de haber trabajado con él como técnico en la Consejería de Educación siendo coordinador regional de Educación Especial y Equipos Psicopedagógicos y más tarde como inspector jefe adjunto de la Consejería de Educación.
Como persona, quienes lo conocimos podemos coincidir que era una persona trabajadora, dialogante, sensible, prudente y sencilla; al servicio de la Educación en Asturias durante muchos años y con dedicación especial a los más desfavorecidos; habiendo pilotado desde la Consejería todo el proceso de integración del alumnado con necesidades educativas especiales y tantos años de atención, colaboración y con muchos profesionales de la educación y asociaciones de padres y madres de alumnos que lo podrían acreditar. Esos rasgos de su personalidad posiblemente le condujeron en muchas ocasiones a resolver problemas educativos urgentes, descuidando en ocasiones los procedimientos administrativos y fiándose solo de algunos colaboradores cercanos, con escasos conocimientos de la legalidad administrativa.
Esta fue posiblemente su desgracia y su destino actual; pero los delitos por los que fue juzgado merecen contemplarlos desde una perspectiva comparada. Los delitos de prevaricación y cohecho por los que fue condenado finalmente, que descartan la existencia de delitos económicos para aprovechamiento personal; se contrasta con otros casos de corrupción económica de políticos conocidos, por delitos objetivamente más llamativos y escandalosos, que han recibido un trato favorable para acogerse a un tercer grado o a permisos especiales, tanto por razones médicas como humanitarias y por otras razones inconfesables.
Por todo ello confío en que la Fiscalía se muestre favorable y comprensiva con el encarcelado, y que no se perciba que su negativa es parcial por quienes abogamos por la salida de la cárcel del Sr. Iglesias Riopedre y por la aplicación una Justicia igualitaria para todos.
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