Feliz Navidad
"Saca las botellas de vino a la terraza para que vayan cogiendo temperatura", dice mi padre mientras los fogones de la cocina echan humo. Hay cosas que ni tan siquiera el innombrable ha podido cambiar. Porque "tradición -como decía Ezra Pound- no significa ataduras que nos liguen al pasado. Es algo bello que conservamos y que se mantiene inmune al circuito dinero-mercancía-dinero". Es innegable que en estas Navidades habrá ausencias en todas las mesas y que en las casas faltará la pequeña fragancia que cada persona aporta al ambiente navideño. Llegaremos a echar de menos las insoportables manías de nuestros queridos allegados con los que acabábamos brindando al cielo por renovar un año más el contrato vital que nos permitía sentarnos alrededor de la mesa. El destino ha querido que bailemos, y continuemos bailando durante un tiempo, con la más fea. Pero no se ha dado cuenta de que, lejos de dividirnos, ha hecho que las raíces se adhieran más fuerte al suelo. Y que la sabia del tronco que une a todas las ramas sea la fuente de una energía inmortal que nos permita seguir cabalgando entre las tinieblas.
Durante unos días todo se reducirá al núcleo de nuestra existencia. Donde todo tuvo lugar. Allí donde todo cobra sentido. Al calor de un buey y una mula en un portal o tras los radiadores de un piso. La familia será la única trinchera en la que podremos ponernos a cubierto y desde la cual iniciaremos la conquista de los nuevos tiempos que allí fuera nos esperan. Correremos a la aventura del nuevo mundo, pero sin olvidar que cuando todo parecía estar perdido la raíz más profunda del árbol nos dio sustento y se negó a claudicar sin presentar batalla.
Dedicad el tiempo necesario a las causas importantes en estas fechas. Llamad a los que se encuentran lejos. Recordadles que el sol volverá a brillar entre las nubes y que resurgiremos con la misma fuerza que él lo hizo. Volveremos a disfrutar, a abrazar, a bailar, a reír, a besar. Y, en definitiva, a vivir. Agasajad a los vuestros, pedid más vino. Celebrad por todo lo alto una Navidad que algunos se empeñan en destruir. Y que nada, ni nadie, os quite la ilusión. Nos vemos pronto. Feliz Navidad.
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