Feliz Año Nuevo
Lunes 28 de diciembre. Atención, atención. Aviso para navegantes y futuros náufragos:
Impactante descubrimiento del CNI al mando del vicepresidente Iglesias, en Galapagar.
Después de arduas tareas de contraespionaje, con tecnología aplicada del profesor Bacterio, agentes podemitas, al grito de "¡alerta fascista, vienen los ultras!", disfrazados, primero de guardias civiles y últimamente de policías nacionales, han detectado y retenido a un numeroso grupo de excéntricos guerreros por la verdad, pertenecientes al club de los pringaos que, haciéndose pasar por pacíficos ciudadanos, practicaban el noble ejercicio del caminar vespertino, aporreando unas cacerolas en las proximidades del casoplón del marquesado de Galapagar.
Los disidentes, pendientes de conocer si el toque de queda lo decreta el Gobierno o la Comunidad de Madrid, para decidir si están o no de acuerdo, iban provistos de banderas de España para confiar y distraer a los agentes, además de cámaras y megáfonos que no son tal, sino detectores de metales camuflados, porque el fin último de estos infiltrados alborotadores era captar en qué parte del jardín de la pareja chachipiruli está enterrada la cámara acorazada con el botín acumulado... porque "haberlo, haylo".
Los cabecillas, entre los que figuran varias mujeres de armas tomar, han sido ya detenidos y serán sometidos a la justicia medieval de las Ordalías o juicio de Dios, con pruebas de inmersión entre bloques de hielo y descargas controladas de electroshocks, hasta que canten los nombres de los asnos fascistas, cerebros de esta operación subversiva.
Uno de los detenidos, "demasiado cobarde para luchar y demasiado gordo para salir corriendo", ha pedido clemencia a un sargento malencarado, parafraseando al Emérito:
-Le digo que lo siento, me he equivocado, no volverá a ocurrir.
El malediciente, rústico y patán sargento malencarado, impasible el ademán y marcado perfil guerracivilista, al que el Gobierno propone para una medalla pensionada y homenaje conjunto con Otegi, hombre de paz, le ha contestado con contundencia y pésima educación:
-Una cucaracha no puede negociar con su exterminador la forma de morir.
Mejor suerte resultó tener Teofilacto, un señor gordo y calvo, retenido por siete agentes y envuelto en una bandera republicana, cuando reclamó la presencia de una autoridad superior:
-Permítame, teniente, ¿de qué se me acusa?
-El cargo que se le imputa, D. Teofilacto, es el de intentar beneficiarse del "peazo" piscina de este "peazo" chalé propiedad de archiconocidos capitalistas usando métodos expeditivos.
-Verá, mi teniente, es que soy muy de Echenique.
-Ah, pero ¿Ud. es progresista?
-Sí, mi teniente.
-Entonces, por ser progresista, D. Teofilacto, esos presuntos beneficios que se le imputan, no pueden ser considerados fruto de la desconsideración, sino simplemente de la casualidad. Vaya con Dios, buen hombre.
Como castigo preliminar, este fin de año todos los detenidos, a la espera de juicio, serán vacunados con vacunas experimentales y se quedarán sin las empanadillas de Móstoles, teniendo que conformarse con un bocata de piojos garrapiñados que harían vomitar a una cabra, recogidos a tal fin en los alrededores del casoplón.
Una nota seria para acabar. Es evidente que, excepto Nadal, que sigue ganando en París (trece Roland Garros y cero hijos en los últimos quince años; servidor, por comparar, cero hijos y cero Roland Garros en el mismo periodo), todo en nuestras vidas ha cambiado con la pandemia, pero nada me ha impactado más en la última semana que las declaraciones del escritor Juan Manuel de Prada sobre los políticos, que indican a las claras la decadencia de esta sociedad mentirosa, plagada de carteristas, violadores, atracadores, narcotraficantes, sicarios, proxenetas, okupas, terroristas, rebeldes, sediciosos, malversadores y corruptos:
"La casta política está infestada de psicópatas con una vida moral y afectiva hecha añicos, en muchos casos adictos a las drogas, entregados en la intimidad a las pasiones más aberrantes".
Explicativo, entendible y tremendo, Sr. De Prada. ¿Podría probarlo?
Deseo un feliz nuevo año para todos, muy especialmente para los que hoy, por causas diversas, ajenas a su voluntad, no tienen la oportunidad de ser felices.
Saludos cordiales.
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