Sombras y etiquetas
El ser humano es poliédrico y contradictorio. Jung, discípulo espiritualista de Freud, proclamó que la asunción de las sombras significaba el camino de la paz interior y la madurez. Nuestra sociedad está protagonizada por clases dirigentes “influencer”, escenarios émulos del “Sálvame”, cultivadores del fariseísmo más flemático. ¿Qué decir de las falsas imágenes de personajes públicos, prefabricadas y de cartón piedra, que condicionan nuestra cosmovisión simplona de la realidad? Brotan Savonarolas como hongos, exigiendo virtudes públicas severísimas, y solo ven la paja en el ojo ajeno, sin cerciorarse de la viga en el propio. A los moralistas utópicos de la “respública” les vendría bien la lectura de “La fábula de las abejas” de Mandeville, los libros sapienciales de la Biblia, “El Señor de las Moscas” de William Golding y “El Principito” de Saint- Exupéry. Uno no escribe estas letras por postureo seudosabihondo y leído, sino para intentar ir un poco más de allá de hojarascas de palabrería sofística y vengativos furores que parecen tentativas de asalto al Palacio de Invierno o la caída del régimen de Weimar.
El sectarismo y la fragilidad corruptible del ser humano no son patrimonio ni de las izquierdas que enarbolan casi siempre una pretendida “superioridad moral”, ni del liberalismo de postín o el tremendismo neoconservador de Vox. En el actual panorama, tan fragmentado y casi tribalista, nadie tiene el menor interés en reconocer y validar los puntos de vista y consideraciones del teórico adversario o contrincante. Es un mundo de políticas autorreferenciales, donde se tiene que estar al quite o acechando para saltar sobre el oponente y desencadenar el enfrentamiento por el enfrentamiento. Es la gestualidad emocional característica lo que permite la distinción en el mercado político. Muy interesante el nuevo libro de Nicolás Sartorius: “La nueva anormalidad”, fiel a los principios socialdemócratas más clásicos. Y en la vertiente científica y humanista del arte tranquilo de la felicidad, recomendar los dos últimos éxitos de ventas del catedrático y gran investigador Carlos López Otín: “La vida en cuatro letras” y “El sueño del tiempo”.
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