Felipe VI se olvidó de su padre el día de Nochebuena
Este año, por las circunstancias que todos conocemos, había cierta expectación y morbo ante el mensaje navideño del Rey Felipe VI. Sin embargo, los que creíamos que el jefe del Estado aprovecharía la oportunidad para darnos alguna explicación –aunque fuera muy difícil para él hacerlo– sobre la huida de su padre del país, tras ser investigado por defraudar al Fisco español, así como por enriquecimiento ilícito mediante comisiones de los Emiratos Árabes. Pero no, Su Majestad obvió en todo momento el tener la mínima referencia para su augusto padre. Tal vez, aunque solo fuera por un mínimo de dignidad hacia quien le traspasó la jefatura del Estado, el Rey debería haber tenido un recuerdo para su augusto padre; con 83 años, una más que delicada salud y a miles de kilómetros de distancia de su familia en fechas tan señaladas. Felipe VI tampoco quiso poner el dedo en la llaga sobre el grupo de militares de ultraderecha; quienes le enviaron recientemente una carta proponiéndole la posibilidad de dar un golpe de Estado para desalojar de la Moncloa al gobierno social-comunista de Pedro Sánchez.
Ninguno de estos dos temas tuvo cabida en el mensaje del monarca. Tal vez los ciudadanos de este país, tan acostumbrados ya a escuchar aquello de “hoy no toca hablar de eso”, terminemos acostumbrándonos hasta de que el propio jefe del Estado se niegue a darnos ningún tipo de explicación sobre asuntos tan delicados, asuntos que podrían hacer peligrar a la institución monárquica.
Resulta poco admisible para la mayoría de los ciudadanos españoles que un Rey, que no ha sido elegido por el pueblo mediante sufragio universal, sino que es la herencia del abuelo Francisco Franco, no tenga la valentía y la dignidad suficientes para hablar claro a su pueblo. La única frase que se salva de su discurso es la que hace referencia a que “España es un gran país”. Efectivamente, Su Majestad tiene mucha razón en esa afirmación; pues si toda la “basura” que salpica a la monarquía española le ocurriese a cualquier otra institución del mismo rango en cualquier parte del mundo, seguro que a estas horas Felipe VI tendría que estar preparándose las maletas y abandonar España, como lo hizo su padre...
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