Pedir por pedir
O sea, pedir lo que, sin ningún género de duda, sabes que no te van a dar es algo que debieras remediar. Se entiende, debiera de entenderse, que entre pedir y desear ningún parecido que buscar.
Esta reflexión me la trae el día de hoy, Año Nuevo, tan propicio para el uso de estos verbos. Y me la hago para no errar en el carácter de lo que vaya a teclear: deseos, un mundo de infinitas posibilidades. Nada de pedimentos, carencia infinita de posibles asentimientos.
A ver qué me apetece para este año... Que la mutación más brava del jodido covid tenga, como único objetivo, los individuos de malévolos recursos vivenciales.
Para este año, muy difícil, pero para que en alguno de más allá se diera, la conversión del ser humano en un animal de granja. Mismo recibimiento en su alumbramiento, mismos cuidados, mismo pienso... Misma crianza, en definitiva. Hasta que pueda valerse por sí mismo. A partir de ese momento, que cada cual tenga exactamente su merecimiento (en el sentido que sea).
En su tan cacareado discurso ha dicho el Rey:
“Esta es una Nochebuena excepcional por la pandemia”. ¿Alguien lo ignora? ¿Y?
“Muchas familias no podéis reuniros. Miles de hogares sufren el dolor de la pérdida de seres queridos. Un recuerdo que llena de dolor nuestros corazones”. ¿Alguien lo ignora? ¿Y?
“Lucháis en las escuelas y los hospitales contra la enfermedad. Os envío mi mayor ánimo”. ¿Y?
“2020 ha sido muy duro y difícil”. ¿Alguien lo ignora? ¿Y?
“Muchos estáis desempleados y sufrís la angustia de la precariedad. Lógico que estéis desanimados”. ¿Alguien lo ignora? ¿Y?
“No tenéis que estarlo. Tenéis que afrontar el porvenir con determinación”. ¿Alguien lo duda? ¿Y?
“Ya hemos tenido dificultades graves que hemos superado”. ¿Alguien lo ignora? ¿Y?
“Es claro que la superación de esta enfermedad llegará gracias a la ciencia y la investigación”. ¿Alguien lo ignora? ¿Y?
“La responsabilidad individual es imprescindible”. ¿Alguien lo ignora? ¿Y?
“Cada persona importa. Nuestra juventud merece tener la formación más adecuada”. ¿Alguien lo ignora? ¿Y?
“Hay que fortalecer el tejido productivo. Necesitamos estabilidad y confianza económica. Los retos son grandes y requieren un gran esfuerzo”. ¿Alguien lo ignora? ¿Y?
“La Reina y yo hemos visto en los pueblos, las ciudades, mercados, fábricas, el coraje y nervio para mantener a España en pie”. ¿Alguien los supone invidentes? ¿Y?
“La pandemia ha revelado aspectos que necesitan ser mejorados?”. ¿Alguien lo ignora? ¿Y?
“Y contamos sobre todo con nuestro sistema de convivencia democrático”. Si él lo dice... ¿Y?
"No será difícil que el 2021 supere el 2020”. Si él lo dice… ¿Y?
Y blablabla... ¿Y?
“Eguberri on. Bon Nadal. Boas fiestas”. Yo, como soy español, ni p… idea.
Entiendo que, cuando alguien se dirige a los ciudadanos, lo haga para dar a conocer algo que se desconoce, para declarar intenciones, para adelantar decisiones... Todo lo demás paja.
A mí, los que me gustan son los discursos prácticos de, por ejemplo, Amancio Ortega, que hasta sin palabras se entienden: “Amancio Ortega dona 63 millones en material ante el Covid-19”.
“La Fundación de Amancio Ortega dona más de 300 millones de euros para renovar equipos oncológicos en España”.
“La Fundación Amancio Ortega dona 320 millones de euros a la sanidad pública”. Etcétera.
Pero ya se sabe, o debiera de saberse: Adán y Eva ya vinieron de fábrica con el Gobierno.
Lo dice Juan: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”.
Y Dios, el primer día, hizo la luz y siguió explayándose, como se sabe, durante cinco días más. El sexto día se volcó, puso toda la carne, en este caso no en el asador, en el Paraíso Terrenal. El séptimo, coño, fíjate tú, ya empezamos ahí con algo que no me cuadra, el Creador descansó. Mira que cansarse Dios como cualquier hijo de vecino...
Pero, bueno, a lo que iba, que, por cierto, ya en aquel tiempo quienes fueran que propagaran las noticias se mostraban, sin pudor alguno, como verdaderos machistas: primero al hombre y después ¡y de una costilla del hombre! la mujer. Ni siquiera los hizo del mismo material primigenio. (A estos carajos que así se expresaban los agarran hoy en día los Iglesias Montero y no te digo nada). Y que luego les metió un soplido que atravesó el cráneo e instaló en los sesos ¡el don supremo!, ¡la inteligencia!
Eeeh... Que me pierdo. Como quiera que sea, que El Creador ahí les pone la manzana, y pillados: “Acabáis de desobedecer. Habéis cometido un delito y, claro, los delitos han de ser castigados”.
Consecuentemente, alguien ha de haber que decida qué es delito, juzgue, establezca la pena y la haga aplicar.
Aquí ya... La verdad que no. Es que vamos... Con una mínima expresión de la tan cacareada inteligencia, ya Adán, o Eva, claro (no quiero yo caer también en esto del machismo), mejor a dúo, para no diferenciar, pues hubieran saltado: ¡Hombre, Dios! No digas que nos diste inteligencia y nos trates como a pazguatos. Si Tú puedes hacerlo todo y ni la hoja de un árbol se mueve sin que a ti te parezca bien, oye, está claro quién puso ahí la manzana y quién decidió que la cogiéramos, no nos vengas...
El Creador siguió a su bola y ahí lo tenemos, el Gobierno.
Y que lo mismo de claro está que el de los españoles no debe ser un pecadito venial de nada para mandarnos un Gobierno como este, ¡menudo pecado ha de ser el nuestro!
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

