Asturias, cada vez menos patria querida para Pedro Sánchez
Asturias, ese Paraíso Natural de postal para el turismo, cada vez es menos patria querida del Gobierno de Pedro Sánchez.
“Asturias, verde de valles y negra de minerales”, que nos cantara nuestro paisano Víctor Manuel, languidece poco a poco, sin que nuestra clase gobernante, la nacional y la regional, todos de la misma familia, muevan ni un solo dedo para sacar a esta región de la UCI. La tarifa eléctrica para la gran empresa asturiana, de la cual depende en buena medida el futuro de muchas de ellas, no está siendo abordado por el Gobierno de Barbón ante Madrid con la contundencia y la presión que la actual situación de nuestra industria requiere. Da la impresión que Adrián Barbón, para desgracia de los asturianos, sigue siendo demasiado sumiso, demasiado complaciente con las pocas migajas que Pedro Sánchez le destina en los Presupuestos Generales a esta tierra.
Asturias es hoy una comunidad sumida en varias crisis convergentes: la demográfica, siendo de las primeras en porcentajes de población envejecida; la industrial, basada principalmente en la siderurgia, herencia de nuestra historia como región minera, la del sector primario en total decadencia; con centenares de aldeas abandonadas y sin un relevo generacional. Asturias, con un censo de habitantes a fecha 1-1-20 de 1.018.706 personas, y con una tasa del 40 por ciento de mayores de 65 años, lo que significa que por cada 100 ocupados 60 personas son jubiladas, lo que indica en gran medida que en esta región se vive gracias a las pensiones de nuestros mayores. A todo ello tenemos que añadir el elevado número de personal funcionario, en total a fecha 22-1-2020 teníamos 57.817 ciudadanos trabajando para el Principado, lo que significa que una buena partida de nuestros Presupuestos va destinada a pagar estos salarios. Por otra parte, la tasa de paro en Asturias se sitúa en las 81.500 personas, que supone un 15 por ciento de la población activa, lo que también lastra considerablemente nuestra economía y el poder adquisitivo de centenares de familias. Según un informe de AROPE del año 2019, Asturias registraba un 24,6 por ciento de pobreza, lo que afectaría a un total de 251.863 familias.
Con estos datos y este incierto panorama, Asturias despide 2020, un año en el que además de la crisis económica y social producida por la pandemia de la covid, los asturianos hemos comprobado con preocupación una vez más cómo el nuevo Gobierno del señor Barbón no ha sabido, o no ha querido, enfrentarse con decisión y valentía al Gobierno de Pedro Sánchez; reclamando un programa de inversión urgente para esta región, secularmente olvidada, y que ocupa el vagón de cola de la mayoría de las autonomías. Asturias, cada vez menos patria querida para el Gobierno de Pedro Sánchez.
Feliz 2021, con mucha salud, para todos los que hacéis diariamente LA NUEVA ESPAÑA, y también para todos los lectores de este diario.
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