La Copa, una oportunidad para los modestos
Las primeras fases de la Copa del Rey son una oportunidad para probar a los suplentes de los equipos punteros, y también para que en algunos partidos pueda saltar la sorpresa y que equipos modestos consigan la proeza de derrotar a otros supuestamente superiores.
La contundente victoria del Ibiza por 5-2 ante uno de los gallitos de Primera, el Celta de Vigo, es un claro ejemplo de que no hay enemigo pequeño y de que no se debe subestimar a ningún conjunto, porque puede suceder lo que le ha ocurrido al equipo gallego, que ha regresado a su tierra eliminado de la competición y muy probablemente con los suplentes desmoralizados porque no han sido capaces de evitar el desastre.
La hazaña del conjunto balear no fue la única sorpresa, pues la eliminación del Getafe ante el Córdoba, y la del Zaragoza, un histórico de esta competición, ante el Alcorcón no hacen sino confirmar que para llegar a la final hay que empezar ganando el primer partido, porque al ser las primeras eliminatorias a partido único, no hay segundas oportunidades.
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