¿Donde encontrar la mejor ayuda?
La vida nos ha cambiado, pero no solo en hábitos y costumbres, el verdadero problema es que nos está cambiando por dentro, y no a mejor. Poco a poco uno se va quedando solo con su propio criterio, sin el suficiente quórum social necesario para ajustar, mejorar, o incluso cambiar de criterio. Si uno no es proclive a darle vueltas a todo, es presa fácil de la propaganda del sistema, y no solo política, sino de esta nueva sociedad que se expresa principalmente en la televisión, ese invitado permanente que barre, arrastra, o arrasa los conceptos que las generaciones pasadas han tenido por inamovibles.
¿Qué quedará después de esta crisis si hay después, o si después no viene otra peor?, puede que una sociedad sin raíces profundas y por tanto más manipulable. Hagamos una prueba: ¿qué importa más, las tradiciones o la verdad, las fechas o los acontecimientos, la juerga o la seguridad?, ¿los Trumps o la nación? Podríamos seguir hasta la contraportada, pero valen estos pocos ejemplos para prevenirnos de un cambio que podría ser dramático si lo que importa es sobrevivir y a nuestra manera, sin que ya tenga solución la muerte del planeta, o el hambre, extendiéndose por oriente y occidente, la violencia de género y todo género de violencia, el desprecio hacia la moral, los principios éticos y cualquier intento de regeneración.
Puede que personalmente no nos veamos en peligro de ser absorbidos, pero, ¿por qué no aprovechar ahora que nos lo permite este recogimiento, para ahondar en lo que podría darnos fuerzas no solo para sobrevivir sino para conseguir una vida mejor. Yo como siempre animo a conocer el cristianismo, no lo que propone la Cristiandad, sino lo que propone Cristo: "Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo" (Juan 17:3,17).
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