Por lógica

14 de Enero del 2021 - José Ángel Miyares Valle (Pola de Siero)

Se tendría que haber empezado a vacunar por los sanitarios, en especial los médicos de primera instancia o cabecera, para no saturar las urgencias hospitalarias, lugares de contagio claro; luego todos los sanitarios, médicos y especialistas, personal que trabaja en residencias de mayores, taxistas, conductores de autobuses, metros, trabajadores que trabajan colectivamente como fábricas, camareros y personal de la hostelería y bares, personal de supermercados y comercio en general, siempre primero a los colectivos susceptibles de ser contagiados y ser posibles transmisores de la enfermedad y por último a los mayores de las residencias de ancianos y los mayores porque a estos, si nos les llevan el coronavirus a su casa o residencias a través de los trabajadores, el virus no les llega, pues no tienen generalmente gran movilidad, pero en este tiempo como la lógica no existe o se acalla pues no es extraño que los médicos de cabecera de la sanidad pública no te reciban en las consultas y te recetan de oído por el teléfono para no infectarse, pero nada de vacunarse, nada de nada, ¿por qué? ¿Se imaginan un bombero en un fuego extremo les dé instrucciones a los vecinos para que apaguen el incendio por teléfono y no va a cumplir con su deber porque tiene miedo a quemarse? Pues esto es lo que pasa con los médicos de la atención primaria, sus superiores se lo permiten y el pueblo traga, ¿quién lo iba a decir hace un año? ¿Acaso los mayores son los conejos de Indias para ver qué resultado van a dar las vacunas?, no lo suficientemente probadas y comprobadas. Entonces que no me vengan los políticos y expertos interesados con la falsedad de que hay que proteger a las personas más expuestas, de más riesgo, vulnerables, o ¿hay otra intención? Pero, naturalmente, los virólogos son los que dicen eso o lo otro, me da miedo el don dinero que está en juego y ante poderoso caballero importa poco la vida de tanta población que satura la tierra, pero sí tengo una lógica que nadie me la doblegará gracias a Dios. Ah, ahora caigo, ¿quién soy yo, pobre humano de a pie, ignorante y analfabeto en estos temas, para opinar?

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