La Vega Oviedo, posfactoría médico-higienista

La entrada en Oviedo de la actual autopista Oviedo-Gijón-Avilés se desarrolló con los siguientes problemas geotécnicos-ambientales del momento evolucionados por el uso, recrecimientos así como abandonos y cambios en aspectos proyectados o con deficientes e irregulares mantenimientos. Advertidos genéricamente en la "Recuerdoteca" del diario LA NUEVA ESPAÑA (10-1-1971).

(A) La iglesia de San Julián de los Prados, cimentada sobre materiales deficientes, yeseros y con acuíferos intermitentes, no quedó ni está debidamente protegida, tanto en su subsuelo cuanto en la ampliación y mantenimiento del perímetro de protección (monumento histórico), derivadas vibraciones, ruidos y distribución de protecciones arbóreas de su entorno. No menos por el sobredimensionado e inesperado crecimiento de la circulación de su entorno, ahora peligrosamente inmediato.

(B) La conocida como Fábrica de Armas de La Vega es un desarrollo urbano-industrial, encajonado tras su temporal-abandono entre la autopista y enlace urbano del acceso a Oviedo, en las proximidades de la plaza de la Cruz Roja, en curso de reordenación circulatoria.

El espacio de Fábrica La Vega, 160.000 metros cuadrados aproximadamente, consta de una edificación o palacio administrativo, capilla (histórico-artística) y conjunto complejo de naves-taller, junto con varios chalés perimétricos dentro zonas arbóreas y jardines, según la concepción fundadora de fábrica de armas y su escuela de aprendices.

En el momento actual consideramos y sometemos al buen conocimiento y voluntades de todas las opiniones manifestadas las adaptaciones que siguen:

1- Defensa de San Julián: ampliando el perímetro de protección, lo que supone traslación limitada del denominado "bulevar" en la esquina donde aproximadamente se ubicó la que fue nave del taller de cañones.

2- Desarrollo de renovada factoría médico-higienista, dentro del perímetro histórico de la fábrica, así como utilizando adecuadamente las instalaciones antecedentes generalmente deterioradas, por largo abandono e incluso actividades festivas de riesgo, y más en estos momentos en que tales espacios requieren cuidados estructurales y desinfecciones complejas para cualquier utilización, y más de índole cultural-festiva.

La nueva factoría tecnológica estaría destinada a los siguientes aspectos universitarios y ambientales:

(B1) Fabricación de material, revisión y control de instrumentación médico-higienista para hospitales universitarios.

(B2) También de los diferenciados sistemas instrumentales requeridos por desarrollos ambientales urbano-industriales.

Que son precisos para el mantenimiento, seguimiento, control de salubridades, alcantarillados, infecciones industriales locales, desastres naturales en suelo, subsuelo, atmósfera meteorológica, así como en desarrollos circulatorios metropolitanos, junto con los de transportes personales, garajes, de transporte-acumulación de los diversificados tipos de residuos dentro de alcantarillados.

El palacio administrativo debería ser adaptado a los nuevos usos fabriles. La capilla, debidamente protegida.

De acuerdo con lo que antecede, sería prudente ofrecer al Ministerio del Ejército la regencia de la nueva factoría La Vega higiénico-ambiental.

El Ayuntamiento patrocinaría la mejor conservación de San Julián de los Prados-capilla de La Vega y el mantenimiento y jardinería del espacio urbanizado.

El Ministerio de Obras Públicas se encargaría de las adaptaciones necesarias en la zona del denominado "bulevar" y acoplamiento de la parcela y edificio de entrada a la plaza de la Cruz Roja, en curso de realización.

La zona de chalés podría ser dedicada a residencias de estudiantes o reorganizada como zona residencial y de laboratorios de análisis específicos requeridos por el "higienismo", así como ambientalismo urbano industrial.

Las excavaciones subterráneas en túnel deberían ser utilizadas junto con el antiguo túnel abandonado del ferrocarril para realizar manufacturaciones y experimentaciones subterráneas.

Sin querer magnificar los problemas ambientales, cambios climáticos y médico-higienistas que nos asuelan, entiendo que no vendría mal reflexionar para reutilizar la magnífica fábrica de La Vega y adaptarla a necesidades apremiantes que nos invaden y permanecerán tiempo, necesitando cada vez más "tecno-rastreadores" instrumentalizados y sistematizados.

Hace tiempo, cuando se multiplicaron los comentarios sobre las invasiones de "marcianos", precisé y realicé un artículo acentuando que para nosotros los verdaderos marcianos fueron, son y serían largo tiempo las micropartículas infecciosas e infectantes (micro-marcianos-atmosferianos), dinamizadas meteorológicamente por las multiplicadas y variables tensiones de las corrientes atmosféricas así como urbano-industriales.

Más recientemente me pareció importante llamar la atención sobre la necesidad de rastreadores tecnológico-instrumentados. Recordé entonces el potencial de la fábrica de La Vega.

Hoy lo reitero con una llamada especial de apoyo al Ministerio del Ejército (su propietario), que, cada vez más, necesitará cual está demostrado de la formación e instrumentación como la que se propone genéricamente parara revitalizarla y al tiempo servir a la mayor preocupación médico-global sucedida, además y sobre todo suceso médico que desborda ciencia en todos sentidos y sentimientos presentes y con futuro cada vez más "alargable" sociológica y económicamente.

Los Almacenes Industriales (antigua estación del Ferrocarril Vasco Asturiano) y proximidades podrían incorporarse como extensión a La Vega.

Que pueda ser con la voluntad de todos y tantos, sobrecogidos pero no descorazonados ante el sobrepoder surgido de la evolutiva de la geo-naturaleza, globalizada y medicada por España Euroreino e Hispano Reino Global, hace quinientos años.