Doctor Ferrán
Don Jaime Ferrán y Clúa, con Pasteur y Koch inventó la vacuna
Virus quiere decir en latín veneno. Hoy la prensa nos informa stricte et late sententia sobre el morbo de Wuhan, pero son pocos los que indagan sobre la etiología de este bacilo y sus esporas, sus particularidades, su profilaxis y las diferentes vacunas que han aparecido como hongos en otoño. Hay la Pfizer, la rusa, la oxoniana, y otras muchas. Han sido fabricadas deprisa y sin una información suficiente sobre sus características y daños colaterales. Un proceso que llevó a Pasteur años de manipulación en la probeta. A los españoles nos cumple el honor de un tarraconense al que no debemos olvidar, el doctor Ferrán, que dio con la clave del morbo de la peste asiática a principios del pasado siglo. Pasteur había descubierto que mediante la combinación de leucocitos de una oveja muerta con otros de una viva estos animales sanaban.
Ferrán fue más allá, inyectando virus vivos del cólera en enfermos de la gripe del 18 obtuvo un resultado más que favorable: de cien inoculados solo murieron dos, lo que representó un triunfo de la lemología (la rama de la medicina que trata sobre las epidemias). Fue un proceso largo y costoso, no exento de críticas por parte de los galenos del Establishment.
También Pasteur y Koch en sus estudios sobre la insulina tuvieron fracasos y soportaron dicterios de los médicos tradicionales.
El covid (yo no soy experto en el tema), a juicio de algunos entendidos, no procede de la naturaleza. Es el resultado de una combinación química de forma sintética. El morbo se ha extendido por el planeta con celeridad y ha causado más de un millón de muertos. No procede de los murciélagos ni de los chimpancés ni de las ratas ni de los caballos como otros miasmas ocasionadores de las grandes epidemias que ha padecido la humanidad.
Hoy quiero rendir un homenaje a este catalán que se sentía español hasta la médula a pesar de retratarse en la prensa de la época con barretina y animo a los virólogos a seguir trabajando concienzudamente y sin alarmismos frente a este veneno mortífero que algunos llaman ya en plan apocalíptico el virus del juicio final.
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