El problema sistémico de los pagos del turno de oficio
Es un problema recurrente y sin aparente solución el sistémico y estructural retraso en las humildes retribuciones que percibimos los que por cualesquiera razones pertenecemos al colectivo de abogados del turno de oficio.
En un Estado que se autoproclama democrático y de derecho, la función del colectivo del turno de oficio resulta esencial y determinante en defensa de los conciudadanos que inopinadamente o no se encuentran detenidos en un calabozo y que no pueden o no tienen recursos para ser defendidos por un compañero de forma particular.
Pues bien, este Gobierno regional presidido por el Sr. Barbón y en el que estos asuntos relacionados con la Administración de justicia –no confundir con el poder judicial– han sido degradados a una simple “Viceconsejería de Justicia”, de forma sistemática incurre en retrasos de los pagos adeudados en términos de trimestres. Así, ahora, mediados de enero del año 2021, no ha sido satisfecho ni tampoco se espera a corto plazo el pago del tercer trimestre del fatídico año pasado 2020. Y todo ello porque en España los dirigentes políticos son impunes a cualquier tipo de compromiso, promesa o cualquier otra obligación, pues nadie les exige responsabilidades.
SUMARIO: La necesidad de exigir responsabilidades a la Viceconsejería de Justicia en el cumplimiento de sus obligaciones
DESTACADO: En un Estado que se autoproclama democrático y de derecho, la función del colectivo del turno de oficio resulta esencial y determinante en defensa de los conciudadanos que no tienen recursos
Y digo esto porque se escucha constantemente, y esa es la realidad, la situación crítica que se vive en el mundo, y en concreto de forma agravada en España, tanto en términos de la pandemia como en términos económicos. Por ello, los mandatarios europeos ya han transferido recursos económicos al menos a España, y en concreto a Asturias, justamente para afrontar esta situación de crisis global. Pues bien, los dirigentes regionales o locales como el alcalde de Oviedo, que aseveró en su día "que ningún ovetense se quedaría atrás" –que pregunten a cantidad de ovetenses al respecto si es o no así–, en lugar de gestionar eficazmente esos recursos se pasan los días cambiando horarios, restricciones, advertencias-amenazas de sanciones, sin previsión alguna a medio plazo y, lo que resulta determinante, sin afrontar a los colectivos más vulnerables.
En cuanto al colectivo de los abogados del turno de oficio, ya digo que los retrasos de trimestres son algo endémico, pero ello es así porque nadie exige al respecto. ¿Acaso iban los funcionarios que trabajan en los Juzgados y tribunales a permitir retrasos de más de seis meses en su cobro? Pues esto está ocurriendo con nosotros y la ausencia de voces y quejas al respecto no deja de ser muy sorprendente, a diferencia de la época de las tasas judiciales, cuando se realizó hasta una marcha con las togas por las calles de Oviedo.
Y aun peor. Muchas veces esa Viceconsejería de Justicia deniega los beneficios de la justicia gratuita a muchos ciudadanos que luego resulta que sí tenían derecho a esa justicia gratuita, de tal forma que la Viceconsejería te suprime lo devengado por un asunto para que uno mismo lo tenga que reclamar al cliente cuando este no tiene recursos económicos en la realidad. Desde luego, lo procedente sería acudir judicialmente contra los responsables públicos a fin de reintegrar ese dinero primero computado para, a continuación, descontarlo, puesto que si el ciudadano no tiene recursos, no los tiene digan lo que digan en la Viceconsejería o en la comisión de asistencia jurídica gratuita, pues es un dinero ganado con el trabajo y, al final, no cobrado.
Por todo ello, la solución sería una suerte de sindicato entre nuestro colectivo para exigir como cualquier otro colectivo, y una vez más debo decir: Sr. Barbón, pague lo que debe –él no paga nada, sino todos los ciudadanos con los impuestos– ya, porque ya está bien de tomaduras de pelo y estos retrasos sistémicos deben solucionarlos ya, porque las facturas del Colegio de Abogados, de todo tipo de suministros y el poder sobrevivir, todo ello sí que es de una puntualidad británica. Ojalá se hagan eco de estas verdades y hechos los responsables, en este caso, del Colegio de Abogados de Oviedo…
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