Afelio
Eran tiempos difíciles, en los que asomaba una frágil democracia sin saber muy bien hasta dónde nos dejarían llegar; la libertad sindical estaba secuestrada y a escondidas nos reuníamos para que no te llevaran "al trullo".
Pero personas como Afelio, con una visión nítida de cuál era el camino correcto para defender los derechos de los trabajadores y haciendo valer su posición de jurado de empresa del vertical, apostó con firmeza por un modelo sindical de participación asamblearia y elección de un comité de empresa libre y representativo. No le resultó fácil.
Fue el principio de un cambio radical en las relaciones sociales de los que trabajábamos en la Crady comercial y técnica para luego unirnos al comité de la fábrica del Cerillero, consolidando una representación unitaria que abordó grandes retos ante el acoso financiero de los bancos y el desvarío empresarial que había tomado el grupo de sociedades.
Yo me estrené en el mundo sindical de la mano de este gran compañero y siempre lo consideré un referente; sus consejos y propuestas nos servían de guía para abordar una complicada situación social de cientos de compañeros y compañeras abocados al paro.
Lo que vino después es otra historia, donde todos los "trabayadores" fuimos víctimas; verdugos: la banca privada y la ineficacia política de una España que empezaba a escribir con renglones torcidos una nueva página de su historia.
Hasta siempre, amigo Afelio.
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