Los asturianos limpian la nieve a los capitalinos madrileños
La famosa borrasca "Filomena", que ya pasará a la historia como "la nevadona del 2021", nos ha dejado infinidad de imágenes, de recuerdos y de anécdotas. Pero "Filomena" también nos ha servido para poner a prueba la solidaridad de las personas ante las adversidades. Y de eso les quiero hablar hoy, mis estimados lectores. Casi todos estaremos de acuerdo en que debemos ser solidarios con los demás; pero la pregunta que nos hacemos es la siguiente: ¿la solidaridad debe empezar por los más próximos a nosotros, o eso es indiferente? Verán, les hago esta breve reflexión tras el revuelo que se ha montado en torno al envió que el Principado de Asturias hizo de un grupo de bomberos-Brif de la base de Tineo a limpiar la nieve en las calles de Madrid. Y es que hay cosas que son difíciles de entender; por ejemplo, ¿cómo nos permitimos enviar 213 efectivos a quitarles la nieve a los señoritos de Madrid mientras en la villa de Tineo y en todos sus pueblos esa misma labor la tienen que hacer los propios vecinos si quieren salir de su aislamiento? ¿Qué es que los asturianos tenemos que seguir siendo los eternos lacayos de los capitalinos madrileños? Asturias siempre solidaria, siempre dando lo mejor de sí misma sin pedir nunca nada a cambio. Nuestro presidente Barbón sigue siendo, al igual que sus antecesores, el eterno perdedor, el eterno y obediente discípulo del jefe de la tribu con base en la Moncloa. "Barbón el solidario" envía 270 toneladas de sal a su colega la señora Ayuso para despejar la nieve de las calles de la ciudad, para que los hijos pijos de los madrileños de derechas puedan acudir a los colegios de pago. Mientras usted, señor Barbón, se olvidó de que aquí, en su comunidad, tenía cientos de pueblos aislados por la nieve, pueblos donde tuvieron que lanzar un SOS, como lo hizo la alcaldesa de Ponga, a la que la sociedad de pescadores Las Mestas del Narcea, con sede en Pravia, solidariamente le envió dos toneladas de sal para ayudar a despejar la carretera de acceso a este pueblo.
Tras un año del Gobierno de Barbón, en el que muchos asturianos habíamos depositado grandes ilusiones, ahora vemos que sus políticas siguen siendo las mismas de sus antecesores: sumisión absoluta a Madrid; el "sí, guana" a todo los que nos ordenen desde Moncloa es la tónica que hemos visto hasta la fecha en el Ejecutivo asturiano. "Asturias, sola en mitad de la tierra", que cantara Víctor Manuel, "Asturias, verde de montes y negra de minerales". Y yo añadiría: "Asturias, verde de montes y negra de gobernantes"...
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