Oviedo en el origen del Camino
El pasado 31 de diciembre la Catedral de Oviedo fue la protagonista del acto inaugural del Año Santo Jacobeo en Asturias. Iluminada de azul, sus muros reflejaron la flecha amarilla y el logotipo del Xacobéu-21. Excelente puesta en escena, porque en ese solar, detrás de donde se alza ahora, esbelta y solitaria, la torre gótica, tuvo origen el Camino de Santiago, que por ello acuñó el nombre, con mayor o menor acierto, de Camino Primitivo.
Cada vez se escribe más sobre este hecho, aunque dudo que todos los asturianos conozcan dicha realidad que, junto con el Prerrománico, nos pone en el mapa, dotando a esta tierra de una singularidad especial. Cuando me documenté para escribir “Los amores del Rey Casto” me sorprendió el hallazgo. Posteriormente, desde la tertulia de las “Jimenas”, alzamos la voz para difundirlo. Hoy en día se habla mucho más, pero, como todo lo que se diga es poco, quiero hacer alguna reflexión al respecto.
SUMARIO: Sobre las posibilidades que ofrece el Xacobéu-21
DESTACADO: Asturias tiene la primogenitura de una realidad que atrae a miles y miles de ciudadanos del mundo. Ya va siendo hora de que sepamos aprovecharla y hagamos de Oviedo y de Asturias un referente mundial
Este hito se remonta al siglo IX, cuando Oviedo era la capital del Reino de Asturias. Y nos habla del primer trazado del Camino de Santiago, el que hizo Alfonso II el Casto en su marcha desde su palacio de Oviedo hacia el “Campus Stellae” para visitar la tumba recién descubierta del Apóstol, ordenando construir allí, en el 813, una iglesia, origen de la actual catedral y de la ciudad de Santiago de Compostela.
Tras Alfonso, miles y miles de peregrinos de todo el orbe se han dirigido por esta y otras rutas a Santiago, y muchos de ellos, aun viniendo por el Camino Francés, se dirigían desde León a Oviedo para visitar la Catedral de San Salvador, siguiendo el antiguo refrán de que “quien va a Santiago y no al Salvador, visita al vasallo y no al Señor”, porque, además, Alfonso II mandó construir en su palacio la llamada Cámara Santa, formada por dos capillas, una inferior –cripta de Santa Leocadia– y otra superior, la de San Miguel, con el fin de custodiar las reliquias y tesoros venidos en el Arca Santa que constituyen uno de los conjuntos más venerados de la España cristiana desde el siglo IX, de ahí que se conozca nuestra catedral como la Sancta Ovetensis. De hecho, custodia el Santo Sudario que, según la tradición, fue colocado sobre el rostro de Jesucristo en el descendimiento de la cruz hasta su definitivo entierro, y es venerado por el pueblo cada 14 y 21 de septiembre.
En fin, el Camino de Santiago –la segunda marca a nivel mundial después de la Coca-Cola– tuvo su origen en Oviedo. Asturias tiene la primogenitura de una realidad que atrae a miles y miles de ciudadanos del mundo. Ya va siendo hora de que sepamos aprovecharla y hagamos de Oviedo y de Asturias un referente mundial. Enhorabuena a Alfredo Canteli y a su equipo por defender este protagonismo. También a las asociaciones del Camino de Santiago y a todos los agentes sociales que saben ver en nuestra historia un motor de crecimiento económico, social, cultural, etcétera. Ya lo fue en la Edad Media porque en torno al Camino, las calles Magdalena y Cimadevilla se convirtieron en el eje comercial y se fundaron los primeros hospitales para acoger a los peregrinos. Porque, no cabe duda, el Camino beneficia el turismo, potencia la gastronomía, consolida la marca Asturias y España, y con ello la economía y el empleo. Los asturianos tenemos una identidad cultural definida, de sólidas raíces. Solo el que conoce su pasado puede acometer el presente con pasión y apostar por el futuro con esperanza. Con el Jacobeo 2021 Oviedo y Asturias tienen un reto por delante.
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