Sin aliento
Sigue el caos en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y de la Seguridad Social, lo que está haciendo que, además de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), los trámites para poder recibir el pago del desempleo o la jubilación se hagan con hasta 90 días de retraso.
El pitorreo del Ministerio de Trabajo ante la insultante opacidad, la angustia y la desesperación de decenas de miles de trabajadores cuando estos intentan contactar con el servicio para demandar información relativa a su situación laboral, queda plasmado en esta grabación del propio organismo:
Después de la marcación del número recomendado, una voz grabada versiona a “Martes y 13”, con lo de la “empanadilla de Móstoles”, y le informa que “ha llamado al servicio de información sobre datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social”.
“Si usted no ha percibido la cuantía de la prestación de desempleo para personas trabajadoras afectadas por un ERTE, pulse 1”.
“Si usted ha percibido una cuantía que no corresponde con la prestación reconocida de desempleo para personas trabajadoras afectadas por un ERTE, pulse 2”.
“De lo contrario, por favor, espere”.
A los tres segundos: “Su prestación está en proceso de reconocimiento y se procederá a completar la tramitación próximamente. Puede comprobar el estado de tramitación de su prestación en el servicio de consulta disponible en la web del SEPE” (No te preguntan ni el nombre).
Vuelves a llamar y percibes el pitorreo cuando una voz te contesta: “El teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura”.
Te sube la adrenalina, estás a punto de cometer una locura, pero un momento de lucidez te hace recordar la reiterada promesa de este Gobierno de que “nadie va a quedar atrás”; recuperada la confianza, te relajas y hallas consuelo.
Desde esta nueva perspectiva, probablemente no te desesperes por la “inesperada” (nunca lo hubieras pensado) subida de impuestos que también habían jurado y perjurado que no se produciría, pero tendrás que hacerte a la idea de que, por culpa de Franco y la oposición, también a ti que has votado socialismo, la luz te sube un 27%; el gas un 6%; autónomos un 0,3%; bebidas azucaradas un 11%; envases plásticos un 11%; matriculación, entre 4,75% y 14,75%; el diésel sube 3,8 céntimos por litro.
Otras subidas, pendientes de definir porcentajes: IRPF para las rentas más altas, impuesto de sociedades, aportación a los planes de pensiones, impuesto de residuos, impuesto a las Socimi, impuesto a los plásticos de un solo uso en línea con la UE, impuesto a la matriculación, impuestos sobre las primas de seguros, tasa “Tobin”, tasa Google...
Solo faltaría que el ocioso y ocurrente ministro Garzón, hermano de otro Garzón no menos ocurrente, tuviera la peregrina idea de subirnos el precio de los donut de chocolate o de las galletas Oreo.
La gente corriente que no tiene para un iPhone, difícilmente soportaría prescindir de ese democrático manjar cotidiano, y hasta el Gobierno en pleno se sorprendería de lo que es capaz el pueblo llano por defender la bollería industrial. Les sorprendería mucho.
–A ver, ¿nos hemos dejado alguno? Sobre todo, que “no quede nadie atrás”; si eso, tenemos el comodín del ingreso mínimo vital que, como dijo el señor Iglesias, “permitirá que millones de personas miren al futuro sin miedo”.
Terrorífico, a pesar de la pandemia y de no haber sido rescatados. Haz Que Pase.
Saludos cordiales.
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