Soy una persona
Soy una persona.
Que parece que se nos está olvidando a todos un poquito... Quizá creamos que toda esta situación nos ha hecho más humanos, pero nada más allá... Estamos tan acostumbrados a tratar con máquinas, con ordenadores, teléfonos... que se nos ha olvidado tratar a las personas.
Se nos ha olvidado lo más importante, ser humanos.
No veo ni un ápice de ayudar al otro, es simplemente interés, todo es interés... Todo es egoísmo, todo es por y para mí, y el resto... nos da igual.
Y si, digo esto, porque nos da igual. Porque si no seguimos una serie de normas básicas, de convivencia, el resto se va a la mierda. Y esto va de convivir, porque es lo que tiene vivir en sociedad, con el otro.
Nos tratamos mal, nos hacemos daño, nos decimos lo más grande... No resolvemos problemas, ni los atacamos, simplemente nos quejamos, insultamos, y a seguir con otra cosa... Y no... Yo no veo la vida de esa forma.
En la vida hay valores, hay educación, hay amor, hay coraje, ayuda, pasión, hay vida.
Me duele, me duele cómo me tratan, cómo trato, o cómo veo que tratan al resto.
Yo no soy ninguna incompetente, no soy una inútil, no soy inservible... soy un ser vivo, con mis cualidades, mis virtudes, mis defectos, mis meteduras de pata... pero siempre desde el respeto, desde la inocencia, o desde el desconocimiento.
En el trayecto que es vivir, aprendemos. Aprendemos porque tenemos ansias de saber más, y aprendemos porque por querer saber sin saber nos equivocamos, y aprendemos. Aprendemos de cada error, de cada piedra que nos han puesto en el camino, de cada tropezón, y de cada caída. Y claro que podríamos levantarnos solos, y caminar sin apoyos, pero... ¿cuánto más bonito es el camino acompañada? ¿Y cuánto más feliz se siente una cuando te tienden una o varias manos para levantarte? ¿Y qué genial es que otra persona te dé algunas claves para poder resolver esa encrucijada de la que no sabes salir?
La vida acompañada es muchísimo más bonita, muchísimo más.
Así que, por favor, cuando tratemos con otra persona... que no se nos olvide eso, que es una persona. No es una máquina, tiene un corazón, tiene un cerebro, tiene unos sentimientos, tiene una manera de ser... No tratemos a golpes, a golpes de palabras, a golpes al fin y al cabo.
Que notemos que una pandemia, una nevada, un mal día... nos transforma a mejor, a más fuertes, a más grandes, a más todo. Porque lo podemos todo.
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