Dos años de Brumadinho

El 25 de enero de hace dos años, se produjo en la localidad de Brumadinho, en Brasil, un derrumbe de una balsa de decantación de la mina de hierro cercana que causó la muerte de al menos 272 personas, mientras que 22 siguen desaparecidas.

Hace un año lo recordamos (https://mas.lne.es/cartasdeloslectores/carta/33537/rios-para-vida-para-muerte.html) y ahora también porque la demanda de la población y las organizaciones lleva a organizar diversas actividades, una peregrinación para conseguir algo de Justicia y quebrar la impunidad de la poderosa empresa Vale.

La necesidad de mantener vivo en los corazones el grito de denuncia ha motivado la construcción de la peregrinación, en colaboración con diversas organizaciones, movimientos populares y asesores técnicos que trabajan en los territorios afectados, que coinciden en los siguientes cuatro criterios: la memoria de las víctimas; la denuncia de un crimen; la lucha por la justicia y la reparación integral de todos los afectados, y el anuncio de una Ecología Integral que ponga la vida por encima del lucro.

El Movimiento de los Afectados por Represas (MAB), algunos de cuyos integrantes nos han acompañado varias veces en Asturias, organiza la “Jornada de Luchas: 2 años del crimen de la Vale en Brumadinho-Justicia sólo con lucha y organización” para destacar la fecha de uno de los mayores crímenes socioambientales del mundo.

A dos años del crimen de la minera Vale S/A en la cuenca del río Paraopeba, la palabra lucha está presente en el cotidiano de los afectados por el rompimiento de la represa B1 de la Mina Córrego do Feijão.

Son muchas idas al Tribunal de Justicia de Minas Gerais (TJMG), ocupaciones y diversos enfrentamientos por el derecho al agua, a la ayuda financiera de emergencia, por la contratación de las Asesorías Técnicas Independientes y, actualmente, por el derecho a participar en el acuerdo entre la Vale y el Gobierno del Estado de Minas Gerais (de Minas Gerais es frei Beto, que presentó en Oviedo su libro “El oro perdido de los Arienim”, ubicado en ese Estado brasileño).

La jornada de aniversario convocada es un momento de presentación de la lucha permanente de la población afectada frente a la empresa minera Vale y lo que la empresa representa, las consecuencias en la vida concreta de la población y la defensa de los derechos humanos.

Las consecuencias de este crimen resuenan en las comunidades afectadas, en los familiares de las 272 víctimas asesinadas por la Vale, en los trabajadores que quedaron sin ingresos económicos, en la interrupción de sueños y miles de personas que usaban el río Paraopeba como forma de ocio y descanso.

La conquista de las Asesorías Técnicas en toda la extensión del río Paraopeba ha posibilitado a los afectados la participación informada que va en dirección de la reparación integral de los daños sobrevenidos del rompimiento de la represa, en un área mucho mayor que toda Asturias.

Por otro lado, el Gobierno de Minas Gerais junto a la minera Vale está haciendo un gran acuerdo financiero rebajado, que no contemplará todos los derechos de los afectados, además de resolver las acciones judiciales contra la minera, y con eso ejecutar los programas de reparación de los afectados.

El MAB está permanentemente denunciando este acuerdo, que tiene como premisa la exclusión de cualquier tipo de participación efectiva de los afectados. Los afectados de la cuenca del Paraopeba, desde Brumadinho hasta la represa de Três Marias, están constantemente denunciando este crimen y en lucha por la defensa de los derechos humanos.

Existe el llamado “Pacto de los Afectados”. Lanzado el 15 de enero, se trata de un documento construido colectivamente por personas afectadas por tragedias de este tipo y procedentes de toda la cuenca de Paraopeba: familias de agricultores, indígenas, quilombolas, colonos, familiares de las víctimas, personas que han perdido sus casas, sus plantaciones, su seguridad hídrica y que aún corren el riesgo de ser contaminados cada día por los residuos mineros que se encuentran en el agua, el suelo y el aire.

Además de la denuncia, el documento aborda aspectos de cómo debe ser la reconstrucción de los territorios afectados, destacando lo depredador del modelo minero: “Este documento reúne nuestros dolores, nuestras denuncias y nuestro grito de justicia y reparación integral de todos los afectados –dice Marina Oliveira, afectada por la tragedia de Brumadinho y entre los responsables de la peregrinación– el documento también trae, a través del amor, la fe y la esperanza, nuestra resistencia diaria contra la minería, contra la que defendemos, en cambio, una Ecología Integral y pensamos en nuevos horizontes, con alternativas económicas y un mundo mucho mejor, diferente de este, donde la vida está siempre por encima del lucro.

Memoria para Brumadinho y Justicia para sus gentes afectadas.