Ignorancia de plomo
Todo el mundo tiene razón. Todo el mundo se cree con la razón y eso no es más que una muestra de ignorancia.
Nada nuevo que no supiéramos, pero ahora más evidente. Han aflorado bolsas de ignorantes insospechados.
La pandemia ha afectado en muchos sentidos a todos y el gran daño será a largo plazo. La ignorancia aumentará cada vez más. Nos sirven pensamientos enlatados haciéndonos creer que son nuestros. Falta pensamiento crítico, que nada tiene que ver con la afición a criticar.
Todo, toda la información, está manipulada: el qué, el cómo, el cuándo, o las tres cosas.
El antídoto es la educación. Y no me refiero a la enfermiza obsesión de una parte importante del profesorado por los contenidos. Algunos olvidan que el objetivo es la persona y la formación de un espíritu crítico. El futuro que merecemos está en la educación. El arte, la cultura y la ciencia son el camino. Son la expresión más elevada del alma, lo que nos hace auténticamente valiosos como seres humanos. Todo lo demás es ruido o mentira.
De las crisis se sale con educación, cultura y ciencia. Y aunque nos quieran engañar, están abandonadas. Qué gran oportunidad estamos perdiendo. Museos, galerías de arte o librerías no tendrían que haber cerrado ni un solo día. Ignorar que son un bien de primera necesidad no deja de ser una manipulación perversa y una cobardía. Considerar de primera necesidad solamente el techo, la comida, la salud y los ingresos es reducir nuestra existencia a la mera subsistencia, a carne "manipulada", a la simple literalidad. La cultura es de interés primordial para todos.
El arte y la cultura transcienden nuestra existencia, son expresión de nuestra capacidad de reflexionar sobre nosotros mismos, de crear pensamiento, de dar luz a nuevos mundos.
La educación conduce a procesos mentales e intelectuales autónomos, y en último estadio, a la toma de conciencia. Y ese siempre es un nivel peligroso para quienes quieren y alientan personas adoctrinadas y manipulables e intentan confundirnos con sucedáneos. La cultura auténtica, viva, es la que hace evolucionar a las sociedades.
Es curioso e irritante ver cómo los poderes y los medios presentan las manifestaciones artísticas, especialmente la plástica contemporánea, con desdén, desprecio, ironía o sarcasmo. Algo tendrá el arte para que interese tenerlo amansado ridiculizándolo o haciéndolo pasar por entretenimiento o desvarío. Pero interesa más mantener a la gente en la ignorancia despreciando la cultura verdadera, la que tiene mordiente, la que sacude las mentes y nos hace replantearnos nuestra vida y el mundo.
Sabemos que esto ha sido siempre así, pero también que el arte vivo va a seguir dando la batalla como revulsivo transformador de las mentes y de la sociedad.
Por otro lado, desde el punto de vista económico y de prestigio, despreciar el arte actual nos muestra cómo la ignorancia lleva a la autodestrucción. Un país dependiente del turismo, en el que uno de sus mayores atractivos y valores es el patrimonio artístico, debería pensar en esto. Estamos viviendo del pasado y al tiempo menospreciando e incluso combatiendo la producción actual, que es la que crea más futuro. Educación y cultura, arte y ciencia es sembrar para el futuro nivel social, prestigio y riqueza económica.
Lo peor de la leyenda negra española no son los ataques externos, sino la crítica interna autodestructiva y alimentada desde dentro de forma irracional.
Lo dicho.
Nada nuevo.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo