El Zendal
En pocas ocasiones la autoridad competente ha estado tan acertada como la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al decidir la construcción del hospital de pandemias Enfermera Isabel Zendal. Ya lo había estado al principio, transformando el Ifema en hospital y una pista de patinaje sobre hielo, en tanatorio. Aun con estas evidencias, la izquierda, especialmente los sindicatos, abruman con denuncias de hechos generalmente falsos o irrisorios. Estos sindicalistas liberados, que muchos de ellos no trabajaron en su vida, luchan y vocean para que las cosas vayan mal, situación que, aunque paradójica, fortalece su postura.
El sindicalismo es lo único que no ha cambiado con la nueva democracia, son igualitos de vagos e incompetentes que los "verticales". De hecho, son los mismos, su anterior y adorado líder, don Marcelino Camacho, se había formado en el sindicalismo con ellos. Vivió bien antes y después, aún recuerdo sus vacaciones en Rumanía invitado por el ajusticiado Ceausescu cuando los afiliados a su sindicato no podían pasar dos días en Benidorm. Aquella dictadura le entusiasmaba. Lo mismo y por lo mismo, al Sr. Carrillo. Los actuales son los mismos, si no peores.
A lo que iba: Un médico o un enfermero, en femenino lo mismo, puede atender a varios enfermos y si es necesario puede extender moderadamente su jornada, como muchos hicimos (yo he dormido tres meses en una fábrica). Una cama de UCI solo puede albergar a un enfermo.
Por esta razón es necesario el Zendal. Es sencillo de entender, hasta para un sindicalista.
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